Colaboración
de José Carlos Castellano
El chismólogo,
es persona
que estudia esta ciencia.
A nadie, su crítica,
perdona.
Estudia, su caso, con paciencia:
En el Paleolítico,
cueva molona
Con Roma, domina la matrona.
Los árabes
ochocientos años.
¡Ah!, de los godos,
me olvidaba.
Éstos, en continuas bacanales,
Y la Edad Media,
día a día,
Mi vecina,
el que tenía,
Llega la Edad
Moderna,
En la Contemporánea
Edad,
ha encontrado Fulano.
Chica es, nada grandona,
comparada con la de Mengano.
Con Roma, domina la matrona.
De casas, grandes y hermosas
el viperino la destrona.
Dice que, Zutano,
la tumba en las losas.
Los caballos de Almansur,
son de la Emira
de Bolaños.
Princesa que vive al Sur.
A estos
bárbaros extranjeros,
el chismólogo,
mal los trataba,
en Hispania
entraban malos viajeros.
con unas y otras están.
Se olvidan de los zagales,
y de fiesta en fiesta van.
está en la mitad,
el criticón
vendía;
anticinturón de castidad.
al amante le dijo
donde el marido la llave escondía
y, de noche, gran regocijo.
las naciones despiertan.
Las burguesas, a suelta pierna,
con amantes aciertan.
críticos de verdad.
Nadie, ni nada, escapa a esta ciencia.
La "Chismología",
trabaja a conciencia.
Así, la
soltería,
se critica en su día.
A los casados,
aunque estén enamorados.
Los divorciados,
por estar separados.
A los ricos,
pobres, activos,
jubilados, políticos, administrativos...
Y así, hasta el
infinito,
no se escapa ni un chiquito.
Se critica lo animado
y lo inanimado.
Nada, en ésta ciencia, se ha avanzado.
Pues casi todo,
antes, se había logrado.
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