Colaboración de José Martínes Ramírez
Dedicado
a Jóse Carlos Castellano,
el
albatros de alas gigantes.
De
madrugada cuando las musas no se acercan,
ni
tiritan los astros a lo lejos, pienso en ti.
José
Carlos, Góngora y Quevedo sueñan.
En Villargordo, entre olivos, dicen o cuentan
que
caminando a rimar el verbo aprendí
mas
las flores de almendro en abril sueltan
“Albatros”, de Baudelaire, con suave frenesí.
Ya
hay luces en el Paseo, llegó Navidad,
pero
no dibujas en los cristales de Pancho,
donde
contigo reí tu blanca genialidad.
Qué
nos queda de ayer… ¿La ignorancia, acaso?
Estas
fechas son para los inocentes del mal
y
las venideras de niños callados, santos.
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