Colaboración
de José Ramón Lerma Cañuelo
Hace dos años escribí unas palabras en contra de
las tasas impuestas para la Romería de la Virgen de la Cabeza.
El siglo XX se vio azotado por dos totalitarismos: el comunismo y el nazismo.
El siglo XXI no quedará exento de algún mal que castigue la existencia de sus
contemporáneos. Por lo pronto, ya se ha instalado en la sociedad un mal, el cual, por su forma
abstracta, no será menos devastador: EL RELATIVISMO MORAL.
El alcalde de Andújar, Jesús Estrella, del PP y su
equipo de gobierno se han sacado de la manga unas tasas a pagar por la
asistencia a la Romería de la Virgen de la Cabeza. Con la excusa de contribuir
a los gastos y servicios de la Romería cobrarán por coche, por tienda, por
caravana, por módulos de hierro para poner toldos, es decir por todo. En los
veinte años que llevo yendo siempre he visto aquello bastante dejado, los
servicios brillaban por su ausencia o en todo caso por su escasez.
En la época de vacas gordas, el ayuntamiento de
Andújar, que ha sido uno de los más prósperos de la provincia de Jaén, no se ha
preocupado de invertir ni un euro en el Cerro del Cabezo para acondicionar y
prestar mejores servicios, aún a costa de haber cobrado una cantidad simbólica
de uno o dos euros por persona, lo cual sería una recaudación de entre
cuatrocientos mil euros y un millón de euros, con lo que estoy de acuerdo. Cosa
que no tiene nada que ver con lo que pretende el consistorio, que es
refinanciar su maltrecha economía, después del despilfarro de "los años
locos", con unos precios abusivos, prácticamente como si fuese un camping,
la diferencia es que en el camping te dan un punto de agua y luz y en la
Romería, con suerte, cogerás un trozo de tierra cuesta abajo y con no pocas
piedras. No todos los ayuntamientos tienen la suerte de tener una romería
"a su alcance".
En repulsa de esto, que considero un abuso, este
año NO IRÉ A LA ROMERÍA, y espero que mucha gente opine igual que yo. Y que
conste que no es por el dinero, sino por denunciar lo que considero una
injusticia y un abuso. En este país lo que no está prohibido se sube de precio.
No tenemos bastante con la subida de impuestos, de luz, agua, combustible,
tabaco, arbitrios municipales, etc. que ahora nos quieren cobrar hasta por ir a
la sierra, a la Romería. Y repito que estaría de acuerdo con un pago simbólico
que sufrague los gastos y servicios de la Romería, pero no lo que pretende
hacer el ayuntamiento de Andújar. Éste juega con la baza de la devoción, de las
dos devociones, de la religiosa, de la devoción a la Virgen de la Cabeza y de
la pagana, de la devoción a estrenar traje campero y lucir vestido nuevo de
volantes.
Con vino, jamón y gambas nuestro cerebro estará
ocupado y no tendrán que pensar en si es justo o no lo que está pasando a su
alrededor y será un buen antídoto contra las ganas de actuar ante lo injusto.
Las viandas se ocuparán de relativizar las prioridades de nuestros actos. Todo
es relativo, hasta lo moral.
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