Colaboración de Pedro Berrio Melguizo
Una
parte de la población portuguesa está diseminada, esto quiere decir que la
gente vive en pequeñas aldeas o en casas esparcidas por el campo. A unos 80 kilómetros de
Lisboa, viajando en dirección Norte, hay varias de estas pequeñas aldeas y una
de ellas se llama ALJUSTREL, en ella vivían varias familias dedicadas al
cultivo y al cuidado del ganado. En esta aldea vivía ANTONIO DOS SANTOS y su
esposa MARIA ROSA, padres de LUCÍA.
A
corta distancia vivía una hermana de ANTONIO DOS SANTOS, llamada OLIMPIA. Ésta estaba casada con MANUEL PEDRO MARTO padres de
JACINTA y FRANCISCO, por tanto LUCIA era prima hermana de JACINTA y FRANCISCO.
Los
tres niños se dedicaban a apacentar el ganado y cada día iban a un lugar
distinto. Un día 13 de MAYO, bello y risueño, condujeron el ganado a un lugar
llamado COVA da IRIA y, una vez allí, mientras los corderos y las ovejas comían
los niños jugaban.
Después
de comer rezaron el ROSARIO y, de pronto, un rayo de luz vivísima los dejo atónitos.
Los niños, asustados recogieron el ganado y comenzaron a bajar la cuesta para
irse a su casa. Otro rayo de luz más fuerte que el primero les hizo detenerse. Entonces,
junto a una pequeña encina vieron a una señora vestida de blanco. La SEÑORA les
habló y les dijo: <No tengáis miedo,
no os haré mal. Soy del CIELO.>.
La
segunda APARICIÓN fue el día 13 de JUNIO, los niños fueron a Cova da Iria y los
acompañaban más de 200 curiosos. Ese día la Virgen les dijo: <Quiero que sigáis rezando el ROSARIO. A
FRANCISCO y a JACINTA los recogeré pronto y los llevaré al CIELO. LUCÍA quedará
más tiempo sobre la tierra.>.
La
noticia se fue divulgando y cada vez acudían más personas.
En
la tercera APARICIÓN los niños acudieron acompañados por unas 2000 personas. La
Virgen les insistió en que volvieran el día 13 de cada mes y que no dejaran de
rezar el ROSARIO. También les comunicó que el 13 de octubre les diría quién
era, lo que quería y que ese día haría un milagro para que todos creyeran. En
esta APARICION tienen lugar los secretos de FÁTIMA.
En
la cuarta APARICIÓN ya se congregó una multitud de 15000 personas alrededor de
la encina pero se llevaron la sorpresa de que los niños no acudieron porque
estaban en la cárcel. La APARICIÓN tuvo lugar el día 18 en un lugar llamado los
VALINHOS. La virgen les insistió en el rezo del Santo Rosario.
En
la quinta APARICIÓN los niños son acompañados por varios miles de personas y
ese día la VIRGEN se aparece y reza el ROSARIO junto a los niños.
El
día fijado para la sexta APARICIÓN la expectación era enorme, se juntaron
alrededor de 70000 personas junto a la encina, pues ese día se tenía que
cumplir el milagro anunciado por la VIRGEN.
La
SEÑORA dijo: <Soy NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, continuad
rezando el rosario todos los días, quiero que se haga aquí una CAPILLA en mi
honor.>
La
gente que estaba alrededor de la encina se impacientaba al ver que no se cumplía
el MILAGRO anunciado por la VIRGEN, incluso amenazaron de muerte a los niños.
De pronto apareció la VIRGEN. Ese día
llovía torrencialmente y la multitud describió el milagro así: La lluvia
cesó, las nubes desaparecieron.
De pronto apareció el sol como un disco de
plata muy resplandeciente. En un instante giró sobre sí mismo como una rueda de
fuegos artificiales al mismo tiempo que lanzaba rayos luminosos de todos los
colores. Se paró unos momentos, luego reanudó de nuevo su fantástica danza de
luz, volvió a pararse unos instantes para empezar la marcha por tercera vez de
manera más intensa.
Un
grito aterrador brotó de toda la multitud, la gente creyó que había llegado el FIN DEL MUNDO.
LA
VIRGEN cumplió con su palabra.
Hay
un tema común en todas las APARICIONES, la VIRGEN les insiste en que recen el
ROSARIO, nuestra obligación como hijos suyos es hacerle caso para que el rezo de
él dé sus frutos.
Debemos
de tener la mente limpia para que ninguna otra idea o pensamiento entre en ella
para desviarnos a otra cosa.
MI
CONSEJO: Siéntate en una silla alrededor de tu mesa, coge el Santo Rosario, vamos
a rezar, empieza ya... El rezo del ROSARIO dará sus frutos si no en esta vida
en la otra. No hay nada más grande que pedirle algo a la VIRGEN y ver cómo te
contesta, el que escribe estas líneas ha vivido esa experiencia.
Al
visitar los lugares donde ocurrieron los hechos relatados, en uno de esos
viajes, como soy muy devoto de la Virgen de Fátima, adquirí una imagen, la
tengo en casa y os la muestro:
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