DAMAS DE NOCHE VII

CANTO LITERARIO AL AMOR SOÑADO

Colaboración de José Martínez Ramírez

Dedicado a D. Ramiro, Dr. en eufemismos

Ríos dorados de lluvia y de sol,

mientras pintaba lo que veían,

entre la belleza del amor.

Los peces de sus orillas

se batían contra este autor,

en un viaje hacia su arcilla.

Bellos  recuerdos, dulce licor,

que empañan mis mejillas.

Soñador de glorias de amor,

intenté tumbar la quilla

pero yo no era el pintor.

Ella, en las ramblas brilla

sin maquillajes de ocasión.

Sola,  atrapaba  sonrisas,

olvidó pintar un corazón

y sólo dibujó filos y cornisas.

Recuerdo que nos dijimos adiós

entre aromas de yerbaluisa.

Veleros de poco grosor,

con lucecitas que brillan.

Por la arena, de matador,

anda D. Ramiro y no conquista

a mi pintora que ayer tembló

con mis besos y mis caricias.

Nada vulnera este pobre yo

al cantar coplas y recitar poesías,

de invadir alma y corazón

y jugar como hacen los espías.

En la barceloneta, con aquel bombón,

que crujía como  las sandías.

Sobre la arena, sobre el colchón,

las mismas palabras repetía…

Abrazado a Copito, bonachón,

éste lo consolaba cuando decía:

Pepe, malvado, qué cabrón

me ha levantado a María.

Y Copito le besaba el crespón

y otra vez me maldecía.

Les daba, cariñoso su cuidador

plátanos, peras y chirivías

que consumían fuera de guión,

el humano, el primate las molía.