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domingo, 5 de octubre de 2014

DIOS NOS PIDE SER PIEDRA ANGULAR EN SUS PROYECTOS DE VIDA

Colaboración de Paco Pérez
TEXTOS
ISAÍAS 5, 1-7
Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. 
Mi amigo tenía una viña en fértil collado. La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agrazones. 
Pues ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, por favor, sed jueces entre mí y mi viña. 
¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? 
¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones? 
Pues ahora os diré a vosotros lo que voy a hacer con mi viña: quitar su valla para que sirva de pasto, derruir su tapia para que la pisoteen. 
La dejaré arrasada: no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos; prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.
La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel; son los hombres de Judá su plantel preferido.
Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos.

FILIPENSES 4, 6-9
Hermanos:
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. 
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 
Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra. 
Y el Dios de la paz estará con vosotros.

MATEO  21,33-43
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo:
- Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados a los labradores para recibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, más que la primera vez, e hicieron lo mismo. Por último les mandó a su hijo diciéndose: Tendrán respeto a mi hijo. Pero, los labradores, al ver al hijo, se dijeron: Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia. Y agarrándolo lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
Le contestaron:
- Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo.
Y Jesús les dice:
- ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular? Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.
REFLEXIÓN
El hombre creado por Dios para habitar el planeta reunía los requisitos necesarios para comportarse como una persona responsable y justa y, también, para que supiera reconocer que el Padre era el creador de todo y, consecuentemente, su único Dios. Con el paso del tiempo se olvidó de ello, no le dio la respuesta esperada y convirtió unas relaciones normales y responsables en un comportamiento no deseado.
Cuando ocurre esto el hombre libre ya actúa sin ajustarse al diseño que Dios establece para la vida en común y entonces las reglas de ésta nos colocan donde realmente nos merecemos. Cuando recibimos las consecuencias de nuestros actos la responsabilidad de lo que nos sucede ya no es de Dios y sí es nuestra porque el Padre plantó su viña, la rodeó de todo lo necesario y nos la regaló, si después dio agranzos y no las uvas esperadas… ¿Fue por su culpa lo que ocurrió?
Llegados a este punto el hombre debe de meditar fríamente y buscar la respuesta justa.
En la lectura de San Pablo el hombre descarriado encuentra la respuesta al problema planteado: Tenemos que orar para exponerle a Dios nuestros problemas, fijarnos en las buenas enseñanzas que hemos recibido y confiar en que Él nos escuchará y nos guiará.
¿Por qué nos habla así San Pablo?
Porque al principio de su vida fue una piedra angular estropeada, no tuvo un comportamiento ejemplar y, más adelante, Dios lo perdonó, llamó y él ya no le falló. Queda claro que se convirtió en una piedra angular imprescindible para la Iglesia pues daría continuidad a la obra de Dios en la tierra.
En el relato de Mateo también se recoge una escena en la que el escenario elegido es una viña. Una vez más las tentaciones de la vida entran en escena y el egoísmo desmedido de las personas hace que éstas se enamoren de lo ajeno y no reparen en medios para conseguir lo deseado, incluso quitan la vida a otras personas.
Los hombres cuando ocurren estos hechos siempre respondemos como humanos, aplicando la justicia que hemos instituido.
¿Es el enfoque humano de los hechos narrados el mismo que aplica Dios?
Creo que no. Hay muchas figuras para comprender el mensaje de la “piedra angular”:
1.- El pueblo de Israel. Él es el elegido y después es perseguido, arrasado, deportado… ¡¡¡También era perdonado y ayudado!!!
2.- Jesús. Nos es aceptado y por ello es condenado y asesinado.
Ambas figuras son el fundamento del plan del Padre para el hombre y las piedras angulares de su puesta en marcha… ¿Se comprende así por nosotros o no?
Los hombres doctos de nuestra iglesia son quienes me orientan este planteamiento anterior y yo aporto esta humilde reflexión:
Con la respuesta que da Jesús en el evangelio de hoy me hace interpretar que no entendemos las cosas del evangelio. Lo pienso así porque Dios mira al hombre de manera más profunda y nosotros lo hacemos de manera superficial y, tal vez, mediatizados por las miserias de la humanidad. Con la propuesta de hoy he llegado a la conclusión de que Él siempre da al hombre otras oportunidades para rectificar su proceder… ¿En qué me baso para opinar así?
Si los arquitectos desecharon una piedra por considerarla inservible y después hubo otros que la miraron de otra manera y comprendieron que ésta les servía pues un cambio de criterio y de confianza sirvió para convertirla en la piedra angular de otro proyecto… ¿Por qué no va a poder un hombre, convencido de algo como San Pablo y con un arquitecto como Dios, ser lo contrario de lo que fue y contribuir a desarrollar obras buenas?
Si releemos la lectura de Filipenses encontraremos en ella el camino y entonces comprenderemos que Pablo fue perdonado y que éste, al ver la luz de la verdad, su proceder ya fue totalmente distinto.
Los hombres se olvidan de estas verdades y se enquistan en el egoísmo y la ambición. Cuando esto ocurre ya no hay respuesta positiva y todo lo que hacen está encaminado a ser piedra angular de sus proyectos personales pero no de aquellos donde el prójimo sea el fin de nuestros esfuerzos.
¿Por qué no podemos intentar mejorar cada día nuestro rumbo si sabemos que Dios siempre nos perdona y nos ayuda?



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