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martes, 26 de mayo de 2015

VIAJANDO EN EL RECUERDO HASTA JUANITO “EL TROPEZÓN”

Con Juan Antonio Martos y Paco Pérez
Capítulo I
ESTÁBAMOS ILUSIONADOS MUCHOS Y OTROS NO DIJERON NADA EN CONTRA, LUEGO…


Es evidente que con esta simpleza se puede deducir que pocas veces se ha nominado una calle en Villargordo a petición popular y con el beneplácito de tantos villargordeños. Estoy muy convencido de mi apreciación y, además, creo hacerlo con objetividad. Lo creo así porque para comer peces hay que mojarse las posaderas y en este caso, durante un tiempo, Juan Antonio Martos Juanto” se movió mucho y bien para recoger el número suficiente de firmas con las que respaldar en el Pleno del Ayuntamiento la propuesta de que esa calle se llamara JUAN MARTÍNEZ RAMÍREZ.
También hay que aplaudirle el método que ha empleado mientras se movió para lograrlo, su actuación no la hizo “debajo de un medio celemín”, en secreto o por sorpresa… No. Sí la hizo trabajado en público y a la luz del día porque tuvo que buscar las firmas del vecindario, elemento imprescindible para que este tipo de propuestas prosperen, y a éste tuvo lo buscó donde suelen estar las personas, en sus casas y en los bares.   
Con esta filosofía trabajó “Juanto” desde que me comentó la idea, en febrero de 2015, hasta que el día 18 de mayo, siendo las 21:15 horas, tomó el micro para dar comienzo al acto, “familiar y religioso”, en el que las personas que quisieron de verdad a Juanito acudieron puntuales para rodear a la familia en esos momentos de emoción y recuerdos.
Juan Antonio nos transportó, en un viaje rápido y ameno, hasta aquellos tiempos, a la vez, lejanos y recientes en los que conviviendo a diario con él pudo comprobar en directo que fue un actor de primera fila en el “gran teatro de la vida local”. Lo fue porque supo interpretar, con elegancia y maestría, los papeles complicados que le llegaban desde todos los ambientes. En su exposición mezcló con mucho acierto la familia, la profesión, la amistad, la preocupación por los problemas del prójimo, lo emotivo y lo jocoso, con todos estos elementos Juanito supo cautivar al personal, y así fue como consiguió Juan Antonio que pasáramos en pocos segundos de tener los ojos mojados a reír con ganas.
A continuación se inició el acto religioso en el que D. José Mª Romero García hizo las lecturas adecuadas para la ocasión, nos dedicó unas bonitas palabras y, por último, bendijo la placa que inmortalizará su nombre en esa calle recién pavimentada:

Después, se invitó a los asistentes a pasar al salón para tomar juntos unas copas y picar un poco.
Antes de pasar a la convivencia la familia y, quienes lo desearon, posaron junto a la placa antes de que fuera colocada en la pared.



Estaba con Ildefonso Jiménez García y, sin esperarlo, apareció ante nosotros Mª Carmen Martínez Ramírez para darnos un abrazo y manifestarnos que estaba muy contenta de tenernos esa noche allí, fueron pocas las palabras que cruzamos pero la emoción no se pudo cuantificar porque el silencio se apoderó de los tres. Fue un gesto inolvidable de Mª Carmen para los dos, de los que confirman lo que somos los unos para los otros y lo que fuimos ambos para Juanito y él para nosotros.
Quedé encantado con el conjunto del acto y con el momento tan bueno que pasamos, ya sin micros, en el salón. Allí, mientras ligábamos, los reunidos recordábamos nuestras vivencias con él y hubo una que no tuvo mucha divulgación mientras vivió, la que te hizo Ramiro Hijo” el día en que, de manera oficial, tuvo que actuar como médico para reconocer en el Ayuntamiento a los futuros soldados de nuestro ejército, era el protocolario acto anual de la “Medición”, ese grupo humano ha pasado a la historia de Villargordo como la “Quinta del globo”.
Si quieren recordar los pormenores de esta historia hagan clic en “GLOBO”. 
Si lo hacen, entonces comprobarán que aquel día Ramiro no quiso desvelar el verdadero final de la broma pero esta vez se confesó ante Alonso, Juanto y un servidor y esa noche sí lo hizo en estos términos:
- Cuando empezaron a llegar los reclutas con el globo Juanito estaba cortando carne en la cocina del salón y hasta allí se los mandaban. Al principio cooperó de manera risueña y les deseó lo mejor pero cuando comprobó que eran un montón entonces se percató de que la broma también era para él y decidió acabar de una vez con el asunto y para ello clavó con brusquedad el cuchillo en la madera sobre la que cortaba la carne y se cagó en todas las cabras de la manada de RogelioEl porcunés”.
Los que esperaban su turno para darles el globo se quedaron asustados y él continuó:
- ¡¡¡Pero no os habéis dado cuenta que se están riendo de vosotros!!!
Esta fue la última quinta que se midió en Villargordo pero la reclutada sonó bien y quedó para la historial local.
Querido Juanito, así ha quedado tu calle:

Ha quedado de dulce y la guinda que le faltaba ya está en su sitio:
Tú, que ya estás ahí arriba, supongo que te sentirás contento con lo que han conseguido dos humanos con distinta afinidad política, Juan Antonio y Sebastián López, pero de grandes sentimientos hacia los demás cuando de ayudarles o hacerles algo positivo se trata, en ese campo ocupan un lugar de privilegio y de ahí que esta idea haya cuajado felizmente en la noche del 20 de mayo de 2015.
¡¡¡Amigos, felicidades y muchísimas gracias!!!
En mi nombre y en el de todos los que con nuestra firma un día comenzáramos a poner la primera piedra de una ILUSIÓN que en ese día culminó.




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