Colaboración de Paco Pérez
Capítulo II
Cuando
acabó la presentación oficial de los “Encuentros
Artísticos de Primavera”, Alfonso
Infantes tomó el micro y, posicionado entre el público, nos introdujo en el
mundo del arte creativo en Vídeo-Creación.
Presentó las obras que se iban a
proyectar y lo hizo con unos breves comentarios:
VÍDEOS PROYECTADOS
1.- PIEL, de
Alfonso Infantes.
Algunos
de los fotogramas que incorporó a su trabajo, también le insertó un fondo musical:
El trabajo estaba dedicado a su madre.
Así
acabó el vídeo:
Al
concluir vídeo de Alfonso, Luigi Maráez
subió al estrado:
Este
señor nos documentó sobre los dos vídeos que se proyectarían a continuación, habían
sido el fruto de un encargo realizado a
la Productora Anandor para dar vida
a “Rigor vitae” de Ángel Guinda, poeta aragonés que reside
en Madrid. Las obras mostradas fueron:
2.- DE CARA A
LA MUERTE, de Anandor Producciones.
En
este fotograma se plasmó el texto con el que Ángel guinda empieza “Rigor vitae”:
[Turbonada
existencial del agonizante. Aterrados de estar vivos, escribir como se muere.
Rezonga la maldición: ¿Por qué no me mato? Iré lo suficientemente
lejos para no estar en este mundo, me quedaré lo suficientemente cerca para no
perderme de vista. Rumio los hechos, traduzco los desechos, me hablo a
dentelladas.]
En
este poemario, Ángel Guinda le muestra a
las personas la desesperación que la vida regala al hombre por culpa del
comportamiento deshumanizado de sus semejantes y cómo esa realidad le hace
dudar de la condición humana porque una persona puede ser muy feliz con su
bienestar personal pero eso no le impide sentirse mal cuando percibe a
diario las situaciones de desgracia en que han caído otras por culpa de un
sistema egoísta que sólo busca, de manera incesante, aumentar su riqueza personal
mientras se van arruinando los débiles. Un sistema que está consiguiendo
que la vida sea para algunas personas una condena sin juicio, una tortura sin
golpes físicos y una cárcel sin rejas.
3.-
EL HOMBRE HUECO, de Anandor Producciones.
4.- HEIMAT, de
Mónica RÜHLE.
Esta
proyección tenía una particularidad, fue montada por ella con una técnica
distinta. Consistió en una sucesión rápida de fotogramas que
aparecían y desaparecían al ritmo y sonido de un reloj, por cierto, me resultó
muy monótono y cansino.
Las
fotos nos mostraban las dependencias y enseres de unos pisos: habitaciones y
camas, cocina y mobiliario, aseos y sanitarios… Al principio eran de una
condición bastante humilde y finalizó mostrándonos dependencias de clase algo más
elevada y humanizada, sin llegar a la distinción.
Al
finalizar la proyección se abrió el debate sobre “Heimat” pero el esfuerzo de los artistas fue baldío por varias
razones:
1.-
La hora, no era la adecuada.
2.-
Los destinatarios, el pueblo llano,
no estaban presentes.
3.-
Quienes podíamos haber intervenido no estuvimos dispuestos a prolongar la
sesión más.
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