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viernes, 3 de febrero de 2017

APODOS CON FUNDAMENTOS CONTRARIOS

Colaboración de Paco Pérez
Un día, tomando café en la barra de “Zona-3”, coincidí con Juan Vicente García Aznar y le pedí que me explicara el origen de sus apodos. Tuvo una actitud muy buena y esta fue su aportación:
Según él, el origen de estos apodos de hoy hay que buscarlo en los gustos que tenían sus protagonistas cuando visitaban la “barbería” para pelarse, siendo las razones que concurrieron para que se los pusieran totalmente contrarias.

PELUCA
El titular del apodo “Peluca” se llamaba Juan García, era su bisabuelo, y, como la mayoría de los hombres del pueblo, trabajaba en las labores del campo. Por esa razón, en el pasado, todos los hombres sufrían los rigores de su profesión y recibían polvo, lluvia, sudor… Cuando regresaban de trabajar, además de venir agobiados con la suciedad adquirida durante la jornada, se encontraban al llegar a casa con el inconveniente generalizado de que las condiciones de las dependencias que había en ellas no les permitía tener una higiene adecuada y, para evitar que les invadiera el cuero cabelludo las plagas de los parásitos conocidos como piojos, se pelaban con cierta frecuencia, unos más y otros menos. Siguiendo esta línea de prevención higiénica, el abuelo de Juan Vicente no lo hacía en un término medio, él prefería que el barbero le echara un CERO y de ahí que le gastaran por ello algunas bromas los amigos. Un día, uno de ellos le dijo:
- Anda, tú no servías para ser rey, marqués o conde.
- ¿Por qué me dices eso? –le preguntó.
– Porque siempre vas sin pelo y ellos van con unos pelos muy largos.
- ¡¡¡Pues ojalá lo fuera, ya me acostumbraría a llevar una buena “Peluca” todos los días y, además, me gustaría mucho!!!
Por esa respuesta que dio en aquella conversación con los amigos, un tiempo después, a uno de ellos se le ocurrió llamarle en una ocasión “Peluca” y ya quedó oficializado ese apodo para él.
LOS LANAS
Cuando acabó Juan Vicente de contarme la historia de su apodo familiar se sintió muy comunicador y me dijo:
- Pues hay otro apodo en nuestro pueblo que se originó por todo lo contrario… ¡¡¡En este apodo fue por tardar mucho tiempo en visitar al barbero!!!
Esa fue la razón por la que le pusieron a una familia de cortijeros de Almenara “Los Lanas” y a uno de sus hijos se le conocía como “El Lanillas”.  Este señor se casó con una hija de uno de los “Los Caporuzos”, cuya esposa era hermana de “Los Bautistas”, murió muy joven.
Juan Vicente remató la faena de sus relatos diciendo:
- Mi bisabuelo “Peluca” no tenía un duro y se pelaba cada dos por tres y “El Lanas”, que tenía fincas y dinero en abundancia, sólo visitaba la barbería por una equivocación o como las ovejas, cuando llegaba el calor.




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