Colaboración de Paco Pérez
SU RELACIÓN EN ESTE MUNDO
El
hombre, de una manera u otra, siempre mostró interés por agradar a Dios y lo
hacía manifestándole su buena disposición hacia Él con un comportamiento que denotaba
un sentimiento más propio de esclavos que de hombres libres, yo soy el siervo y
tú eres el señor. En aquella época histórica el hombre pensaba que Dios era
algo único que estaba fuera de su realidad y muy distante de él, este
sentimiento estaba instaurado en él porque la relación que mantenía con el
Padre era a través de los mensajes que recibían por mediación de los profetas,
era distante.
Cuando
vino Jesús todo cambió ya pues les enseñó día a día qué comportamiento era
correcto y cual no, lo hacía sin violencia y de esta manera sencilla les mostraba
cómo debían ser en sus relaciones sociales y con Dios. El error histórico del hombre
había estado siempre en intentar agradarle mediante el cumplimiento férreo de
la Ley pues creían que así Él se lo reconocería y les ayudaría. Todavía no
habían comprendido el mensaje de que lo
creado fue para nosotros y que Dios lo hizo en una acción sublime de amor
hacia sus hijos.
Jesús
les manifestaba que Él, el Espíritu Santo y el Padre habían venido para estar
junto a los hombres y de esta manera les decía qué debían cambiar para
relacionarse con los otros hombres, renunciar a todo lo que no guardara
relación con el orden que había sido creado por el Padre para todos. Con esta
acción creadora fuimos elevados a la dignidad real de hijos de Dios y por ello
debemos comprender que aquello que queremos para nosotros también debemos desearlo
para los demás hombres.
Este
es el modelo que practicó Jesús cuando se relacionó con los hombres de su
tiempo, algo difícil de entender por ellos entonces pero si nos fijándonos en
esta realidad ahora comprenderemos mejor, si razonamos, porqué vino Jesús como
un hombre cualquiera y no con toda la grandeza de Dios.
Él
mostró a los hombres un camino nuevo
para que se relacionaran entre sí y lo hizo para que desapareciera la dependencia
que tenían entonces de la Ley… ¿Por qué?
Porque
la única ley válida emanaba de Jesús y, el Padre a través de su Espíritu, había
realizado en Él el modelo de hombre perfecto para que, en contacto con los
otros hombres, les enseñara cómo debían tratar a los demás hombres. Cuando el
hombre cree en el modelo mostrado por Jesús y decide participar en su expansión
Dios lo acoge y protege.
El
modelo de acción misionera que Jesús predicó lo legó a la Iglesia pero no fue
entendido, ni lo es en nuestros días, de la misma manera por los primeros
cristianos, clérigos y fieles. Los “helenistas”,
llenos de fe en Jesús, lo tomaron al pie de la letra y por eso sus
predicaciones no eran comprendidas por los inmovilistas pues éstos no aceptaban
su forma de entender y predicar el mensaje que Jesús les enseñó; por ello los
persiguieron y Esteban se convirtió en el primer mártir cristiano. Felipe, otro
de ellos, huyó a otros lugares para continuar
su acción misionera y, por su fe en Cristo, les predicó lo aprendido de Él,
hizo milagros a algunos de ellos y las noticias de su buen trabajo llegaron
hasta los apóstoles. Pedro y Juan fueron a visitarlo para orar con la
comunidad, imponerles las manos y hacer así que el Espíritu Santo descendiera
sobre ellos.
Hoy,
nos recuerda Pedro los efectos que causó la muerte de Jesús, un solo hombre, en
las personas de entonces y en los que nacerían después. Ocurrió así porque un
efecto tan grande requería de un comportamiento diario ejemplar y un sacrificio
final enorme… ¡¡¡El Hijo de Dios murió
para salvar del pecado a los demás hombres!!!
Pero
también nos recuerda el modelo de respuesta que dio Jesús para los hombres de
todos los tiempos cuando lo humillaron, agredieron y mataron. Ante estas actuaciones
ajenas Él nos enseñó que no debemos responder con las armas que ellos usan y lo
justificó así: [… mejor es padecer
haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.].
Dios,
desde el inicio del tiempo, fue preparando el terreno para que su pueblo fuera
aprendiendo, antes de que Jesús muriera,
los comportamientos importes de toda persona que vive insertada en una
comunidad social o religiosa y así; después de morir, resucitar y ascender ya pudiéramos
caminar sin su presencia física entre nosotros.
Jesús les dijo,
antes de ascender, está en JUAN 14, 16:
[Yo le pediré al
Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la
verdad.].
Si
nos fijamos en este texto comprenderemos el motivo por el que Pedro y Juan se
desplazaron hasta donde se encontraba Felipe en labor misionera.
Como
despedida, leamos JUAN 14, 20:
[El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo
también lo amaré y me revelaré a él.].
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