Colaboración de Ramón Albao Carmona
Por
las campiñas de Andalucía,
surcando
las tierras ardiendo,
el
padre sediento, el zagal hambriento,
harto
de patear terrones y caminos polvorientos,
que
no hay papas en la olla,
otro
día sin aliento.
Qué
hartura tengo, Señor,
de
tanto y tanto sufrimiento,
hoy
tampoco hay jornal,
tampoco
habrá sustento
y,
porque no hay papas en la olla,
me
voy a hacer un juramento.
Que
mis niños no pasen más hambre,
que
ya está bien de tanto sufrimiento,
que
están mis zagales hambrientos
y
descalzos por estas tierras,
donde
les di nacimiento.
Que
voy como alma en pena,
deambulando
por el sendero,
en
la tristeza del medio día,
en
medio de este maldito infierno…
Campiñas
de Andalucía,
alzad
vuestra voz al viento,
que
el sol que arriba arde,
se
apague por un momento
que
estoy sudando con amargura,
que
están mis zagales hambrientos.
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