Colaboración de Paco Pérez
Capítulo I
Nuestro
querido José Carlos Castellano Calles,
hace unas fechas,
se hacía eco de una palabra que es manejada con bastante frecuencia
en los medios cuando se analiza la actuación de los personajes que quieren
gobernar a los españoles utilizando una palabrería barata y con ese
comportamiento han propiciado que esté muy de moda porque los retrata con total
nitidez… ¡¡¡Posverdad!!!
Ella
es el resultado de unir el prefijo “pos”, que significa “detrás de” y “después de”, con “verdad”.
José Carlos, muy acertadamente,
decía de ella… ¡¡¡ES UNA GRAN MENTIRA!!!
Si
los políticos viven del sueldo que les pagamos los españoles para que nos
gobiernen buscando el bien colectivo y después, de un tiempo acá, resulta que les
pagamos para que nos ofrezcan a diario el espectáculo bochornoso en el que la MENTIRA es su programa de gobierno y el
DESPILFARRO de los fondos públicos,
siendo prudente, es la bandera que ondea en sus filas cuando llegan al sillón.
Con esta realidad les pregunto… ¿Dónde
está la VERDAD?
Si
la VERDAD ya no preside su actuación
pues no me dejan otra opción que meditar sobre lo que hacen y preguntarles de
nuevo… ¿Y “después de” la “verdad” qué nos ofrecéis?
La
“Posverdad”, es decir, la gran mentira que nos regalan a diario estos
magos para conseguir sus fines y ésta, a su vez, es la consecuencia lógica que
se deriva de meter en la cárcel a la “verdad”,
necesitan hacerlo porque así la “mentira”
se convierte en la reina del espectáculo de circo que cada día nos brindan… ¿Cómo consiguen confundir al electorado?
Repitiendo
miles de veces, en las redes sociales y en los medios, sus MENTIRAS. Necesitan hacerlo porque con ellas logran, después de un
tiempo, que se las crean los ciudadanos y, después que esto ocurre, ya se
convierten en VERDAD, la que a ellos
les interesa vender y no la que es.
En
España vivimos durante muchos años afectados
por las injusticias derivadas del modelo de Gobierno que teníamos, una
dictadura. Con el paso de los años ésta cayó y los políticos de todos los
partidos fueron responsables y regalaron, a los españoles y al mundo, un comportamiento
ejemplar cuando supieron enterrar el pasado, dialogar y redactar una Constitución que después fue refrendada
en Referéndum por el pueblo español.
¿Es lógico que ese modelo, unas décadas
después, se haya deteriorado por culpa de esos políticos resentidos y
mentirosos? ¿No hubiera sido más
lógico que se hubiera perfeccionado lo trasnochado haciéndole las
modificaciones necesarias y de manera consensuada?
Opino
que sí, porque eso lo hacen los políticos que tienen arraigado en su persona el
deber de servir a las necesidades de España en primer lugar antes que a los
intereses egoístas de su partido. Pero desgraciadamente algunos de nuestros mediocres
políticos han encontrado en el pasado y
en la corrupción los programas de
gobierno con los que han destruido lo logrado por los “arquitectos de nuestra democracia” y no han pensado que, cuando
practican la posverdad, se convierten
en prisioneros de nuestras afirmaciones.
D. José Luís
Rodríguez Zapatero
ha viajado a Venezuela varias veces como
un hombre de paz, aceptado por el régimen que está escenificando contra su
pueblo un formato dictatorial pero D.
Felipe González no fue bien recibido por Maduro porque no le agradó que defendiera a los oprimidos y que pidiera
democracia. D. José Luís negoció con
su típico talante la liberación de los presos y por eso no resultó molesto para
los intereses del dictador Maduro.
Ahora
se preocupa por Venezuela, gesto muy
loable, pero en España hizo pactos para aislar al PP hace unos años y, cuando aún
no era Presidente, el 13 de noviembre de 2003, en una visita realizada
a Barcelona para apoyar al PSC en las
elecciones que allí se celebrarían unos días después les hizo una promesa que,
con el tiempo, se demostró que no podía cumplir: [Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán].
Esta
frase es un ejemplo de posverdad pues
con esa mentira logró que Pasqual
Maragall gobernara la Generalitat
y él, cuatro meses después, utilizando el dolor que causó el atentado del 11-M en 2004 divulgaron las MENTIRAS necesarias que le permitieron
subir a La Moncloa, una desgracia para el pueblo español. Cuatro
años después, siguiendo en la línea de la “Posverdad”,
negó la llegada de la “crisis económica”
ayudado por el mentiroso Solbes.
El
problema de un pueblo está en no saber separar el grano de la paja a la hora de
votar y en el caso del Sr. Zapatero
tuvieron que pasarse once años, después de pronunciar su famosa frase, para que
reconociera su error… ¿Nos salió gratis
el error de votarlo?
Muchos
opinan que en su frase estuvo el origen de las reivindicaciones soberanistas que ahora se plantean en Cataluña.
En
nuestros días tenemos otros ejemplos palpables de “Posverdad”, Los protagonizados por los señores Iglesias y Sánchez.
El
primero ve bien que la gente se manifieste en Cataluña si se llegara a suspender la Autonomía pero acusa de “golpista”
a Leopoldo López y a quienes se manifiestan en Venezuela contra la dictadura
que sufren… ¿Cómo se entiende la doble
vara de medir que tiene para quienes se manifiestan en la dictadura de Maduro y
para los que lo hacen en la DEMOCRACIA de España? ¿Cómo acusa de financiación ilegal y de corrupción al PP y no se inmuta
cuando le recuerdan de dónde le han venido a ellos sus ayudas?
¿Qué nos sucederá a los españoles si estos ejemplos
de políticos nos gobiernan algún día?
A
Zapatero ya lo hemos sufrido… ¿No
hemos tenido suficiente con él?
Yo
defiendo la VERDAD y la POSVERDAD no entra en mi programa de
vida, se la dejo a quienes la necesitan porque quieren gobernar.
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