Colaboración de Paco Pérez
Una
vez más el profeta acude en ayuda del pueblo que vive desolado en el destierro
para levantarles los ánimos, anunciarles que su liberación estaba cercana y aconsejarles
cómo debían comportarse.
También
les mostró cómo actuaría el encargado de llevar a cabo esta empresa liberadora:
No se derrumbará nunca ante la adversidad, compaginará una acción tenaz ante quienes
la entorpezcan, se comportará con prudencia, impondrá con fuerza las leyes para
que gobierne la justicia y ayudará a instaurar la paz en todos los lugares.
Rescatados
de la opresión les traería la luz que les ayudara a salir del pozo de la
ignorancia en que habían estado encerrados y para que vieran la realidad que
les mostraba. Así sería el proceder del Mesías con las personas, actuaría sin violencia pero mostrándoles
con firmeza el camino.
Siglos
después de aquel mensaje nació Jesús, se cumplieron los anuncios realizados por
los profetas pero el pueblo no lo comprendió y aún seguimos sin tener las ideas
claras.
Si
estuviéramos convencidos de que el Bautismo
es el punto de arranque en la vida religiosa del cristiano deberíamos poner en
marcha dos acciones:
1ª.-
Leer la Biblia y así podríamos
conocer mejor qué desea Dios que hagamos. El ejemplo de Jesús es el camino… ¿Hemos
reflexionado sobre esa realidad?
2ª.-
Identificarnos totalmente con Juan “El Bautista”, el ejemplo que nos anima a
modificar el rumbo torcido. Si lo comprendemos y tomamos la decisión del “cambio” que nos propone ya podremos
arrepentirnos de nuestros errores y pedir el Bautismo.
Quienes
acudían a la llamada de Juan al Jordán para bautizarse, Jesús también fue, no eran niños sino
adultos. Hace años que me vengo preguntando… ¿Por qué se bautiza a los niños con días o meses?
Unos
años después que Jesús los
abandonara los miembros de la “comunidad
cristiana” caminaban guiados por las enseñanzas que Él les dejó y con la
ayuda de Pedro que estaba al frente
de ellos. La cultura imperante en el pueblo judío entonces era muy cerrada y
por ello, mezclarse con los paganos, no se aceptaba. Esta realidad los llevó a
un gran desconcierto cuando Cornelio
mandó llamar a Pedro. Los hechos
extraordinarios que Dios mostró a
los dos le hicieron comprender que todos somos iguales para Él y entonces ya
comenzó a bautizar a los paganos que
amaban a Dios.
El
cambio en la vida del cristiano es una necesidad y queda palpable hoy con Juan “El Bautista” y Pedro.
Juan fue el
ejemplo práctico del “cambio
religioso” para las gentes de su tiempo y para las generaciones futuras.
Podemos llevar una vida cargada de equivocaciones pero Dios nos perdona siempre, a pesar de ello; nos llama y nos muestra
el camino del arrepentimiento para que cambiemos y así podamos recibir su
perdón.
La
predicación de Juan, su ejemplo de
vida y el BAUTISMO que impartía en el Jordán fue la antesala
del que vendría después con Jesús.
Con
todos mis respetos hacía las normas de la “Iglesia
Católica”, la confesión que profeso, debo manifestar lo que realmente
pienso sobre la aplicación del BAUTISMO:
[No se debería de impartir hasta que las
personas no tuvieran la edad adecuada para que pudieran decidir que querían ser
cristianos, como hizo Cornelio.].
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