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sábado, 28 de diciembre de 2019

LA SAGRADA FAMILIA


Colaboración de Paco Pérez
LOS SANTOS INOCENTES
Creemos que el egoísmo de los políticos es una moda de nuestros días pero la historia nos demuestra que no es así porque la “Familia de Jesús” tuvo que huir cuando el mismo defecto empujó a Herodes a ordenar la matanza de los “Inocentes”… ¿Por qué?
Unos magos que venían de oriente preguntaban:
- ¿Dónde está el “Rey de los judíos” que ha nacido?
Cuando se enteró Herodes pensó que su corona corría peligro y, para evitarlo, ordenó acabar con la vida de los primogénitos porque ese rey lo era. Para salvarlo, José y María tuvieron que abandonar su tierra y huir a Egipto.

En nuestros tiempos muchos padres también tienen que emigrar sin desearlo a otros lugares para buscar trabajo y dar de comer a sus familias, viajan en medios muy peligrosos porque tienen que huir de las guerras, de la muerte o del hambre. Si nos damos cuenta, salvando la distancia temporal, hay un punto de encuentro entre los hechos que viven ahora muchas de esas familias y la de Jesús, salvar la vida de sus miembros.
Si meditamos sobre el comportamiento de las personas en las primeras comunidades cristianas y en nuestros días veremos que hay un abismo a favor del pasado porque en él los valores esenciales de la vida se transmitían de unos a otros debido a que tenían una organización patriarcal en la que cada uno ocupaba su lugar y se respetaban mucho. Lo podemos comprobar si leemos ECLESIÁSTICO 3, 2-6. 12-14:
[Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.].
Ahora debemos preguntarnos… ¿Qué valores de los ahí expuestos hemos transmitido a nuestros pequeños para que la sociedad y la familia estén en horas bajas?
Todos sabemos que la sociedad atraviesa por unos momentos muy delicados en el ámbito de la “familia” y por ello se impone establecer un diagnóstico certero de la situación y después, una vez fijadas las posibles causas que originaron ese declive, estudiar las acciones con las que se podría intentar dar un cambio radical al formato que la está destruyendo. Antes, a pesar del modelo que había, también tenían sus cosillas pero… ¿Había tantas rupturas familiares como ahora?
En COLOSENSES 3, 12-21podemos encontrar ayudas:
[Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.]. 
Con el paso de los años la estructura patriarcal de la familia no se pudo conservar tal y como funcionaba pero eso no quiere decir que el de antes fuera peor modelo que el actual sino diferente. En ese modelo los padres tenían demasiados privilegios y los hijos casi ningunos. En nuestros días ocurre al revés: Los hijos se han adjudicado todos los derechos y han dejado a los mayores sin ninguno pero están teniendo la delicadeza de preocuparse de que no se aburran… ¡Les han adjudicado todos los deberes que son de ellos!
Dicho esto lo mejor sería buscar un punto razonable en el que todo se racionalizara, se regularan los derechos y los deberes, donde todos se respetaran y donde los padres volvieran a ocupar el lugar de privilegio que siempre tuvieron.

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