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miércoles, 8 de abril de 2020

LA SEMANA SANTA


Colaboración de Paco Pérez
LA PROCESIÓN DEL SILENCIO
Capítulo I
No disfruto viajando pero cansado del confinamiento me he escapado de casa, sin moverme del sillón, y mentalmente he realizado, a mis años, la travesura de volar hasta las vivencias que aún me quedaban de la Semana Santa que se vivía en Villargordo cuando yo tenía unos 6 ó 7 años, no más.
He comenzado por redactar el comienzo de mis imágenes del pasado, con el “VÍA CRUCIS” pero se me escapaban unos detalles y gracias al móvil contacté con Josefita Párraga y ella me aportó las respuestas que buscaba y no encontraba.
EL Vía Crucis
Esta práctica cristiana recordaba, en 14imágenes, estaciones o pasos”, ahora son 15, la Pasión de Jesús hasta el Calvario: Apresamiento, juicio, insultos, humillaciones, muerte en la cruz y, finalmente, la resurrección. También se le agradecía lo que sufrió por salvarnos del pecado.

Se le llama “Vía Crucis por las vivencias dolorosas que sufrió en ese recorrido y su significado es, “camino de la cruz”.
Esta práctica piadosa se realizaba el “Viernes de Dolores”, se iniciaba en la Ermita, comenzó con D. Diego, se acompañaban de la imagen del Santísimo Cristo de la Salud sin andas y era llevado por el Hermano Mayor de la Cofradía –aquel año fue Miguelón- en sus brazos, así recorrían nuestras calles, haciendo tantas paradas como “estaciones”, se engalanaban los balcones y el sacerdote daba una breve explicación sobre la temática de la estación.
Cuando vino D. Felipe cambió el formato porque los hermanos no quisieron que se continuara procesionando así la imagen y entonces él puso en unas andas pequeñas un crucifijo más pequeño. También introdujo otra novedad, invitó a que lo acompañara en el acto otro sacerdote para repartirse las estaciones, éste se llamaba D. Pedro José Agudo Agudo el cual estaba entonces de párroco en Las Infantas y Grañena. Gustaron tanto sus homilías que cuando se marchó D. Felipe a Jaén él fue el sustituto y el pueblo se alegró mucho porque aún lo recordaban.
El acto penitenciario concluía en el templo parroquial y en él permanecía el Cristo hasta el Miércoles Santo.
Todas las “estaciones” tenían el mismo esquema pero con pequeñas variantes. Ejemplos:
1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
Sentenciado y no por un tribunal, sino por todos. Condenado por los mismos que le habían aclamado poco antes. Y El calla...
Nosotros huimos de ser reprochados. Y saltamos inmediatamente...
Dame, Señor, imitarte, uniéndome a Ti por el Silencio cuando alguien me haga sufrir.

Yo lo merezco.
¡Ayúdame!
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro.
Además, el sacerdote pronunciaba una breve homilía haciendo alusión a la temática de cada estación.
RECUERDOS DE ESTA ESTACIÓN: En el centro de la calle 14 de Abril, antes “Pecho de la Ermita”, vivía un matrimonio sin hijos que eran muy populares, él era conocido como Esteban y ella como la “Monja” del “Tío Papillas”, así es como se nombraba a su padre.
El acto comenzaba en la Ermita y la primera parada se hacía en la casa de esta familia.
4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
Haz Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad de llegar a Ti en el último día de mi existencia.
¡Ayúdame Madre!
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro.
RECUERDOS DE ESTA ESTACIÓN: Un año, esta estación fue recibida en la casa de D. Tomás Castellano “Calderas” y enfrente vivían los padres de José Delgado. La casa familiar estaba al fondo del patio y para acceder a ella había unos portones. Por esta realidad y como Andrés, uno de sus hijos, era el Hermano Mayor de la Virgen de los Dolores pues la prepararon en su trono y cerraron los portones.
Cuando D. Felipe dijo:
- 4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN.
Después se abrieron los portones y con la lectura del texto la gente se emocionó, las lágrimas fueron muy generalizadas y la emoción subió de tono.

La Procesión del Silencio
Esta procesión salía el Miércoles Santo desde la parroquia por las calles Eras, Ángel Méndez y Queipo de Llano –hoy 14 de abril- y el recorrido acababa en la Ermita.
A ésta sólo asistían hombres con velas y, en total silencio, el sacerdote rezaba el Santo Rosario y en cada misterio hacía un breve comentario.
Las puertas de las casas estaban todas abiertas, sus dueños en la calle y en las bocacalles un gentío enorme, pero sin que se escuchara “una mosca”.
No comprendo cómo desapareció la única procesión que realmente merecía la pena por su recogimiento y sentido, las demás son un jolgorio que denota la ausencia de fe.

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