Colaboración de “El Gran Serafín”
La
muerte y la vida juntas, las dos nos vinieron cuando nos las dieron y juntas se
irán cuando nos las quieran quitar.
La muerte vino por mí y me escondí en el desván, me buscó y no me encontró, se marchó y no ha vuelto más.
La muerte y la vida son una vela encendida que se va quemando y, cuando se apaga, la muerte y la vida se acaban.
La muerte no vino por mí, la traje cuando nací y la llevo siempre conmigo sin despegarse de mí.
La muerte es el sueño eterno en el cual nos dormimos y no despertemos más; y la vida el pequeño trozo de tiempo que al nacer para vivir nos dan, la que viene con fecha de caducidad.
Por el hecho de nacer a la muerte le di vida y no quiero ni pensar que esté muriendo día a día. Cada minuto que vivo me acerca más al final y cada vez voy más despacio para más tarde llegar.
Cada mañana al despertar vuelvo a la vida y, sin mirar para atrás, caminando sin cesar busco que en cada momento vívido sienta el placer conseguido de haber podido lograr amor y felicidad.
La vida es una carrera y la meta el final, de premio nos dan la muerte, no tengas prisa en llegar pues mientras más tarde llegues más tiempo vivirás. Si en la carrera te cansas y te vas quedando atrás, notas que te adelantan, te miran al pasar y comentan: No puede más, no te des prisa en llegar, tienes de premio la muerte que nadie se va a llevar.
La muerte y la vida las dos nos vinieron juntas y juntas las dos se irán cuando nos llegue el final.
La muerte vino por mí y me escondí en el desván, me buscó y no me encontró, se marchó y no ha vuelto más.
La muerte y la vida son una vela encendida que se va quemando y, cuando se apaga, la muerte y la vida se acaban.
La muerte no vino por mí, la traje cuando nací y la llevo siempre conmigo sin despegarse de mí.
La muerte es el sueño eterno en el cual nos dormimos y no despertemos más; y la vida el pequeño trozo de tiempo que al nacer para vivir nos dan, la que viene con fecha de caducidad.
Por el hecho de nacer a la muerte le di vida y no quiero ni pensar que esté muriendo día a día. Cada minuto que vivo me acerca más al final y cada vez voy más despacio para más tarde llegar.
Cada mañana al despertar vuelvo a la vida y, sin mirar para atrás, caminando sin cesar busco que en cada momento vívido sienta el placer conseguido de haber podido lograr amor y felicidad.
La vida es una carrera y la meta el final, de premio nos dan la muerte, no tengas prisa en llegar pues mientras más tarde llegues más tiempo vivirás. Si en la carrera te cansas y te vas quedando atrás, notas que te adelantan, te miran al pasar y comentan: No puede más, no te des prisa en llegar, tienes de premio la muerte que nadie se va a llevar.
La muerte y la vida las dos nos vinieron juntas y juntas las dos se irán cuando nos llegue el final.
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