Colaboración de Paco Pérez
¿HAY HUELLAS EN
NUESTRO ENTORNO?
En el entorno de Villargordo (Jaén) tenemos algunos parajes en los que hay una presencia notable de roquedos: La Piedra el Altar, el Cerro Pino, El Cerro Mengíbar, el Cerro San Cristóbal… Éstos son muy conocidos por los lugareños y es una evidencia que en ellos las rocas están muy visibles, los he visitado y fotografiado en fechas diferentes pero nunca me topé con una formación rocosa como la de hace unos días mientras caminaba por un olivar en el Cerro San Cristóbal. Lo curioso del tema es que tampoco me hablaron otras personas de su existencia y por eso fue un encuentro casual.
Al verlo me quedé sorprendido porque, sin ser un experto pensé de inmediato que estaba ante un “Dolmen”, construcción megalítica del Neolítico, período prehistórico posterior al Mesolítico y anterior a la Edad de los Metales, comenzó entre el 6 000 y el 4 000 a.C. y se extendió hasta el 3000 a.C. En ese periodo de la historia fue cuando las personas comenzaron la práctica de la agricultura y la ganadería, dejaron de ser nómadas y se hicieron sedentarias, aparecieron los primeros poblados, utilizaron la piedra pulida y la cerámica y construyeron los monumentos megalíticos conocidos “menhir”, “crómlech” y “dolmen”.
Los
primeros aparecieron entre el 4.800 y el 4.700 a.C. en Irlanda, Inglaterra,
Portugal… y después, durante 2.000 años, también comenzaron a construirse en
otros lugares. Estas construcciones no tuvieron una línea única pues estaban influenciados
por las distintas culturas de las personas que los fueron levantando:
-
En el Mesolítico, eran recolectores.
–
En el Neolítico, vivían de la agricultura y la ganadería.
–
En la Edad del Cobre la sociedad se jerarquizó y cada miembro comenzó
a tener en ella una función concreta que hacer.
Estos
modelos organizativos sociales generaron una forma de vivir y de pensar
diferentes a los anteriores y esas diferencias fueron las que dieron origen a estas
construcciones.
¿Por
qué los construyeron?
No
se han encontrado pruebas que ayuden a explicar el significado y la
función de estos monumentos megalíticos y todo lo que se diga de
ellas -afirman los expertos- será pura especulación.
Las
explicaciones que se han dado, amparados en el estudio de los restos
arqueológicos encontrados en los monumentos o en sus alrededores, se basan
en la posible función que tuvieron:
-
Funeraria, la mayoría son tumbas.
–
Religiosa: Santuarios, lugares sagrados…
-
Aglutinante social, se cree que así mantenían los valores del grupo
mediante el trabajo colectivo.
-
Función territorial, para fijar los límites de cada cultura.
¿Qué
características tienen las formaciones que nos legaron?
-
El menhir, un bloque grande de piedra alargado cuya base está enterrada
para que el monumento se mantenga vertical. Se encuentran solos y en grupos
y forman alineamientos o círculos.
Esta
clase de monumento megalítico es la más sencilla.
-
Se llama crómlech a las construcciones realizadas con menhires y formando
un círculo.
- El dolmen, está construido con dos o más losas de piedra de gran tamaño que están parcialmente enterradas en posición vertical y encima de ellas se depositaba horizontalmente una losa que servía de cubierta. Estas construcciones se utilizaban como sepulcros y se cubrían con túmulos de tierra o piedras.
Como
despedida, les muestro un capricho de la Naturaleza que también encontré
en mis caminatas, lo grabé, guardé y hoy lo publico para que quienes lo vean arañen
en el cajón de sus recuerdos y así logren asociar esa imagen pétrea con
el parecido que, tal vez, pueda tener con algún personaje, no humano, que en TV
alcanzó gran popularidad hace varias décadas.
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