Colaboración de Paco Pérez
SUS OBRAS EL CAMINO
Jesús curó al ciego
pero esa acción no fue comprendida por el judaísmo y los discípulos,
conocedores de las tradiciones del lugar, sólo se interesaron por saber si
el origen de esa ceguera estuvo en sus pecados o si sus padres
también lo eran, Él les afirmó que el origen de las minusvalías no era
un castigo de Dios.
La
realidad es que Jesús lo hizo porque nadie le ayudaba pero sí daban mucha
importancia a cumplir con el precepto del sábado pero Él priorizó
ayudarle al sábado y no se preocupó por las consecuencias posteriores… ¿Por
qué?
Porque, supongo, esa forma que tenían los judíos de cumplir con Dios sólo eran preceptos humanos y no divinos y Jesús, al curarlo en sábado, les enseñó que abandonar esas ideas equivocadas para ayudar al prójimo era el camino de la verdad.
El
ciego, al ser curado, recibió la luz, abandonó la oscuridad y reconoció la grandeza
de Jesús pero los que no eran ciegos y no aceptaron la llegada de la luz
continuaron caminando por las tinieblas del pensamiento religioso equivocado
del judaísmo.
Las
personas actuamos siguiendo criterios lógicos pero Dios no lo hace así. Curó al ciego utilizando barro y los judíos se sorprendieron porque se olvidaron
de que también empleo barro para crear al hombre. Tampoco entendemos que cuando
Él necesita que una persona haga
algo en su nombre no se fije, como hacemos nosotros, en su aspecto externo: Estatura,
fortaleza física, formación cultural, elocuencia… Al hacerlo así sólo conocemos
lo menos importante de la persona y nos equivocamos pero Él, como nos conoce por
dentro, no se equivocó al curar al ciego y él le respondió.
Con
ese criterio, en distintos momentos históricos, el Señor hizo elecciones sorprendentes para poner en marcha sus planes:
Al tartajoso Moisés, para que hablara con el faraón o a
un joven pastor, David, para que derrotara a un gigante. Los hombres no los hubieran elegido porque
externamente ofrecían poco pero Dios
miró en sus cualidades y acertó… ¿Elegimos
a nuestros políticos siguiendo el criterio de Dios, buscando el bien común, o nos
guiamos empujados por la ceguera de nuestra subjetividad para caer después en
las promesas atractivas que luego no se cumplen?
Por
estos ejemplos podemos intuir que para Dios
nada es imposible y que, con su ayuda y nuestra cooperación, podemos ayudar a
mejorar lo actual.
¿Por qué no hacemos como Jesús y empezamos a
descubrir qué cumplimientos de nuestra religión son preceptos humanos o tradiciones
y no lo que Dios nos pide que hagamos y está en la Biblia?
No
entiendo que, en estos días que se aproximan, participemos en actos religiosos
que no tienen nada que ver con los deseos de Dios pues se prohíbe en la
Biblia hacer imágenes y quienes deben reconducir el tema estén facilitando
que esa confusión continúe.
Pablo nos enseña que
el hombre tiene que elegir su camino, la luz o las tinieblas.
Si
nos decidimos por el primero seremos amantes de la verdad, iremos siempre
contra las injusticias de la vida y denunciaremos con valentía lo que no
funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario