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jueves, 7 de noviembre de 2024

EL GENEROSO COMPARTE

 Colaboración de Paco Pérez

EL OSTENTOSO ENGAÑA

Daban culto a Baal quienes creían que les regalaba los alimentos pero Elías, con el milagro de la harina y el aceite, les probó que Dios premia la generosidad de quienes comparten con el necesitado lo poco que tienen, que el Señor no abandona a quienes realizan buenas obras y que los dioses no realizan acciones benefactoras.

Jesús los prevenía sobre el comportamiento falso de las personas que buscan ocupar los primeros puestos o de quienes realizaban actos generosos para que los trataran como personas buenas.

En contraposición a esos comportamientos les habló del ejemplo de la viuda, es mejor dar lo único que tenemos que un poco de lo mucho que nos sobra… ¿Seguimos sus enseñanzas?

No, porque aún hay muchas personas atrapadas en la pobreza y, aunque las razones que los empujaron a ella sean diferentes, viven así porque la injusticia social está presente en los modelos administrativos que rigen los destinos de los pueblos, impulsados por el egoísmo de quienes mueven los hilos de la economía mundial para favorecer los intereses del capital. Así, las personas son arrastradas a vivir sin techo y de limosna.

En tiempos de Jesús los mendigos frecuentaban las inmediaciones del Templo porque entonces dar limosna era una práctica religiosa bien vista y quienes acudían les ayudaban. Él no prohibía ayudarles, denunciaba las prácticas ostentosas, les proponía que ayudaran en situaciones complicadas y les desaconsejaba hacerlo a diario porque así no se soluciona la pobreza al ocultarse la verdadera causa que la ocasiona: No desmontar los sistemas administrativos injustos que impiden la distribución correcta de la riqueza.

Mantener al pobre en situación de ayuda permanente le genera dependencia, inacción, pérdida de la libertad y tristeza porque así siempre estará encadenado a la indigencia. Ocurre en nuestros días por culpa de los gobernantes que nos regalamos al votar, personas que administran lo ajeno con el rigor contrario que requiere el cargo, despilfarrar de manera irresponsable lo público y no aprobar planes de futuro serios que generen trabajo, bienestar social y felicidad.

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