Colaboración de Paco Pérez
Dios, por
mediación de Jonás, anuncia castigos a los habitantes de Nínive.
Les pide cambiar, éstos se convierten y Él los perdona. Lo encontramos en Jonás 3, 1-5.10.
Un
tiempo después, San Pablo se
convierte y es un ejemplo decisivo para los cristianos, hoy se celebra ese hecho. Él nos
enseñó con su cambio que no fue un impulso pasajero sino el fruto de una preparación
seria mediante una lectura profunda
de la Biblia y se ayudó con una reflexión sin descanso sobre la figura
de Jesús, por ella comprendió por qué murió Jesús.
Por esa manera
de proceder pudo comprender bien el
mensaje que se desprendía de los hechos que vivió y de ahí que se enamorase para siempre de su doctrina.
Una
vez convencido se lanzó a la evangelización,
lo que nos pide hoy Jesús.
El hombre debe
mostrarle a Dios su voluntad de conversión, lo encontramos en Sal 24, 4-5ab.:
Señor, enséñame tus
caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
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