Colaboración de Paco Pérez
En la historia del pueblo de Israel la
relevancia de los montes es grande
porque en ellos ocurrieron acontecimientos importantes.
Dios les anunció ahí acontecimientos
futuros y les dio normas o leyes, por ejemplo:
- Abrahán recibe el anuncio del Mesías
y ese hecho hará que él sea cabeza de un gran pueblo.
- Moisés habla con Dios y recibe las
“Tablas de la Ley”.
- Jesús se “Transfigura” ante
sus tres apóstoles más críticos: Santiago, Juan y Pedro.
Los montes permiten ver las cosas desde una posición envidiable:
Si contemplamos un bosque desde su
interior, o muy cerca, sólo podemos ver unos cuantos árboles y los elementos
más próximos.
Si nos elevamos entonces contemplaremos
un conjunto bello integrado por casas, árboles, ríos, lagos o animales; por
ejemplo.
Podemos estar en el mismo paraje pero
dependerá de dónde nos posicionemos para obtener una visión u otra del lugar,
pues igual ocurre con las cosas de la vida y de Dios.
Si cumplimos las normas divinas Dios
estará siempre con nosotros y de esa forma a nada tendremos que temer,
entonces… ¿Por qué nos preocupamos tanto por nuestro futuro y realizamos acciones
conflictivas en los ambientes donde nos desenvolvemos, sociedad o familia?
El color blanco deslumbrador es único e inigualable, estuvo en Moisés cuando
bajó del monte y se repitió en el resplandor que presencian los tres discípulos
en el momento de la “Transfiguración”
en el monte Tabor… ¿Tiene explicación?
Se interpreta como un estado en el que
las personas que experimentan ese colorido en su piel han alcanzado un estado
de transformación interior tal que esa luz es un reflejo de la gloria del
Señor, ellos se han transformando en su imagen con esplendor creciente, bajo la acción del Espíritu Santo.
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