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lunes, 21 de septiembre de 2015

LAS MEADAS EN LA VÍA PÚBLICA RESULTAN GRATIS Y ESTÁN DE MODA

Colaboración de Paco Pérez

Llevo tiempo intentando mostrar a la ciudadanía los problemas que ocasionan en las vías públicas, en el mobiliario urbano y en las viviendas particulares los animales incontrolados y, si lo están, a la hora de la verdad se demuestra que el resultado obtenido es como si no lo estuvieran porque los acompañantes dramatizan muy bien el papel de paseantes invidentes para no cumplir con su obligación. Los hay que sí la cumplen, si de restos sólidos se trata, pero… ¿Cómo solucionan el problema si la necesidad que se presenta es líquida?

En estos casos la defensa de la actuación incorrecta necesita de muchas razones para justificar el daño que ocasionan los animales-mascotas. Opino que algo hay que hacer, y con urgencia, para dar solución a lo que ocurre porque seguir aceptando que la modernidad tiene estas cosas es un error grave.
Tener un perro como mascota es un lujo en estos tiempos de crisis porque hay que empezar por acercarse a una tienda de animales y pagar un dineral por el ejemplar; previamente se le prepara en el domicilio su hábitat; hay que alimentarlo con unos piensos costosos y, cómo no, debemos darle una cobertura sanitaria que cuesta un pellizco. Cuando llega el verano y nos tenemos que ausentar de casa porque vamos a ir de viaje el animal no se puede quedar solo en el domicilio… ¿Qué hacemos entonces?
Quienes son responsables lo llevan a una perrera para que lo cuiden durante ese tiempo y el servicio que solicitan no les resulta gratis.
Lo que he relatado es lo que se hace y está inspirado en una práctica real porque tener animales y no hacerlo bien es lo general y por eso soy de la opinión, poco generalizada por cierto, de que tener un capricho conlleva la obligación de pagar su importe de manera total, sin subvención y sin demora. Desgraciadamente no es así en nuestros tiempos porque, de manera indirecta están subvencionados, pues lo que ensucian es limpiado por los servicios municipales dedicados a ello o por los particulares si lo hacen sobre sus coches o viviendas… ¿Es justo?
Corresponde a las autoridades solucionar estos problemas incontrolados y nosotros, la ciudadanía, tenemos la responsabilidad de recordarles que en este campo hay una laguna legal, que su obligación como gobernantes es proponer y aprobar leyes que permitan a los ayuntamientos actuar con rigor contra quienes no cumplan las normas que emanen en el futuro de esas leyes que ayuden a impedir los abusos que venimos denunciando de manera pública aquí.
Hay personas muy politizadas que, cuando les hablas de esta realidad y de hacer estas publicaciones para denunciar lo que nos afecta y tratar así de que se tomen medidas, intervienen de inmediato en favor de no hacerlas porque, según ellos, estos medios deben ser apolíticos.
Me quedé de piedra con el argumento y comprobé que intentar solucionar temas colectivos con coherencia y libertad no era bien visto en nuestra sociedad local, demasiado politizada por personas como éstas… ¡¡¡Cómo reman los demócratas de pacotilla que tenemos cuando, subjetivamente, entienden que lo que pretendes es hacer daño a sus colores políticos!!!
Hace unas fechas leí la publicación que os voy a mostrar a continuación y, la verdad, quedé encantado con ella porque para mí lo importante fue el comprobar que en cualquier lugar del mundo se toman medidas contra quienes hacen mal uso de la DEMOCRACIA. Para mí lo importante no es lo que han hecho sino que han tomado medidas, en España actuamos siempre tarde y mal porque dejamos correr el agua por donde quiera ella y esperamos a que se arregle el problema solo.
SAN FRANCISCO, EN EEUU, PRUEBA UN MÉTODO PARA EVITAR QUE ORINEN EN LA CALLE
Publicado por VICTOR ARRIBAS en Portal Yahoo
La ciudad californiana, presa de una plaga de incontinentes fiesteros, se ha puesto a buscar un método para detener a quienes orinen en la calle. Y lo ha encontrado, mirando a Europa. 
Pis de ida y vuelta
Un problema eterno encuentra solución sencilla. Las autoridades locales de San Francisco han empezado a aplicar en ciertos muros un tipo especial de pintura que repele los líquidos, proyectándolos hacia su fuente de origen, según explica el prestigioso diario Los Ángeles Times. Se trata de la misma pintura que ya le ha dado resultado al ayuntamiento de Hamburgo, Alemania, que sufría el mismo problema. ¿Estamos ante el comienzo de una tendencia mundial?
Ahorro municipal
La ciudad estadounidense ha colocado carteles en tres idiomas que advierten de la presencia de esta pintura y detallan sus efectos. "Nadie puede decir que no avisamos de que orinar en ciertas paredes puede acabar manchando tus pantalones y zapatos", explica Mohammed Nuru, director de Obras Públicas de la ciudad.  Luego remata su respuesta con un rotundo “creedme: el sistema funciona”. El precio de la prueba para la ciudad es solo de unos cientos de dólares. Se trata de “calderilla”, comparado con el coste de repintar ciertas paredes que sufren un especial abuso.
Peticiones ciudadanas 
Hasta mitad de julio, el ayuntamiento había recibido 7,500 peticiones para limpiar paredes dañadas por fluidos corporales como heces, orina y vómito. Otros tenían que ver con grafiti, excrementos de ave y vandalismos varios. Nuru apostó por este método tras leer un artículo sobre el éxito de esta pintura hidrofóbica (popularmente conocida como “pintura antipis”). Ya se han realizado pruebas satisfactorias en diez edificios emblemáticos de los barrios de South of Market, Mission y Tenderloin. Próximamente se tomará una decisión sobre si adoptar esta práctica de manera permanente. 


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