Colaboración de José Martínez Ramírez
No hace tantos años, las mujeres
cogían los salteos de rodillas.
Los manigeros, con ojos de alfileres,
desconfiaban de sus cuadrillas.
Se protegían con esponjas y saberes,
hablaban de hombres y faldillas.
Rodaban las aceitunas verdes,
las moradas, las negras y las rosillas
en las zarandas con suaves pendientes,
sin dejar paso a las hojas y las ramillas,
hasta las espuertas negras que sostienes
por sus asas, anchas como morcillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario