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domingo, 6 de diciembre de 2015

ADVIENTO II

ARREPENTIMIENTO Y BAUTISMO
Colaboración de Paco Pérez
El sufrimiento del pueblo de Israel se repitió en más de una ocasión y en esas circunstancias se nos muestra cómo confiaba en que el Señor los perdonaría y los devolvería a la tierra de donde salieron, los profetas se encargaban de mantenerles viva esta esperanza.

Se repitieron estas desgracias porque siempre ha ocurrido igual, los hombres no nos cansamos de ofender a Dios y, si miramos retrospectivamente en los hechos que el pueblo elegido vivió en el desierto antes de entrar en la “tierra prometida”, se comprenderá mejor la actuación de JuanEl Bautista”.
El mal comportamiento del pueblo dio lugar a su deportación a Egipto y allí sufrió las calamidades propias de la esclavitud. Cuando Dios los escuchó y decidió concederles el perdón los llevó hasta el desierto y allí los probó, las circunstancias hicieron que estuvieran vagando por él durante cuarenta años, porque permanentemente estuvieron protestando y enfrentándose a Él y por eso sólo entraron en la tierra que les prometió los menores de veinte años, guiados por Josué y Caleb.
Cuando JuanEl Bautista” comprueba el grado de descomposición social y religiosa en que se encuentra el pueblo elegido abandona su posición de “casta sacerdotal”, la tierra sagrada de Israel y se marchó al desierto y hasta allí fue llevado por la fuerza del Espíritu de Dios. Meditó en la soledad del lugar sobre lo que ocurría a su pueblo, se enriqueció con sus reflexiones y comenzó a predicar su mensaje: [Israel está corrompido por la maldad, les aconsejó abandonar el estado de pecado en que vivían y les pidió que confesaran sus pecados y se convirtieran radicalmente a Dios para que Él los perdonara.].
La propuesta que les hizo Juan fue porque el pueblo necesitaba una purificación total y, si lo hacía, ya podría restablecer de nuevo la Alianza con Dios.
Juan les hablaba con la fuerza de quien está convencido de algo,
Dios era para él el centro de todo y en Él teníamos que buscar la salvación pues sólo una cosa era decisiva y urgente: [Convertirse a Dios y acogerse a su perdón.].
La figura de Juan nos muestra el camino, Jesús lo respaldó y acudió a su predicación… ¿No es un aval suficiente para creer en su propuesta de cambio?
Él no los invitó a un cambio suave, no… ¿Por qué?
Si la situación del pueblo era crítica en sus relaciones con Dios pues no podía proponerles compromisos de medio pelo para solucionarles su situación y de ahí la radicalidad del mensaje de Juan, por eso les enseñó que no estaba conforme con la religiosidad que se practicaba en el templo pues necesitaba un cambio drástico… ¿Qué hizo?
Se marchó al desierto para darles ejemplo y les enseñó que la nueva liberación de Israel se debía iniciar donde había comenzado la primera, que una vez purificados volvieran hasta el río Jordán y que al cruzarlo se bautizaran para recibir el perdón de los pecados.
Juan les hablaba con la fuerza de quien está convencido de algo,
Dios era para él el centro de todo y en Él había que buscar la salvación pues sólo una cosa era decisiva y urgente: Convertirse y acogerse a su perdón.
La figura de Juan nos muestra el camino, Jesús lo respaldó y acudió a su lugar de predicación… ¿No es un aval suficiente para creer en su propuesta de cambio?
Él no los invitó a un cambio suave, no… ¿Por qué?
Si la situación del pueblo era crítica en sus relaciones con Dios pues no podía proponerles compromisos de medio pelo para restablecer su situación y de ahí la radicalidad de su mensaje, por eso se mostró disconforme con la religiosidad que se practicaba en el templo pues necesitaba un cambio drástico… ¿Qué hizo?
Se marchó al desierto y así les enseñó que la nueva liberación de Israel se debía iniciar donde había comenzado la primera, en el desierto; que una vez purificados volvieran hasta el río Jordán; que lo cruzaran y se bautizaran para recibir el perdón de los pecados.
Unos años después, Pablo puso en marcha un proyecto renovador, ayudado por un grupo de cristianos, con la finalidad de poner en marcha la obligación de los cristianos, propagar el Evangelio. Él pedía que el amor creciera entre los creyentes, una actitud que nos conduciría a conocer y a profundizar más en la realidad de la sociedad donde vivimos, así podremos encontrar cada día nuevos caminos que nos ayuden a solucionar los problemas que se van presentando… ¿Qué debemos hacer?

No hay caminos ni actuaciones exactas o las que sean mejores o peores porque cada situación que se nos presente será diferente y la respuesta que habrá que dar también. Lo único invariable para todos los casos será el empuje de la fe para que la actuación cristiana esté impregnada de alegría y amor al necesitado.





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