Colaboración de Paco Pérez
Jesús
Resucitado,
al que no reconocieron cuando se presentó ante ellos y les habló, propició a
los apóstoles una pesca milagrosa después de no haber pescado nada en toda la
noche. Antes les había anunciado: [Os
haré pescadores de hombres.].
Con
esta escena nos enseñó cuál era, y es, la misión de la Iglesia: “Intentar llegar hasta quienes no conocen a Jesús y su
doctrina”.
Hay
dos hechos decisivos para el CRISTIANISMO,
la Resurrección de Jesús y las apariciones posteriores a sus
apóstoles. Ellas hicieron posible el nacimiento de las primeras “comunidades cristianas” y la puesta en
marcha de la “labor misionera” que
les había encomendado.
Con
la presencia viva y real de Cristo
ante ellos, en momentos como el de la “pesca
milagrosa”, fue cómo comenzó a tener éxito la misión cristiana de extenderse. Para conseguirlo es necesario el
esfuerzo humano pero nada se alcanzaría sin la presencia viva del Señor en ella…
¡¡¡Por eso sigue en pie el cristianismo
después de 2000 años!!!
Muerto
Jesús, los apóstoles fueron llamados
por las autoridades religiosas, acudieron y el “sumo sacerdote” les recordó que tenían prohibido enseñar en nombre
de Él y ellos, en vez de asustarse,
les contestaron: [Hay que obedecer a
Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a
quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero.].
Esas
palabras fueron certeras y desconcertantes para quienes los interrogaban, ellos
les volvieron a prohibir de nuevo el seguir predicando sus enseñanzas y,
después, los soltaron.
Para
los cristianos, esas acciones represivas no los asustaban y sí les servían de
estímulo a seguir porque se sentían orgullosos de haber padecido por defender el
nombre de Jesús. Este comportamiento les hacía crecer y así, día a día, el
número de cristianos aumentaba.
El
Apocalipsis nos muestra una visión
de lo que ocurrió cuando entró Jesús en el Cielo, recibió del Padre
el LIBRO que lo contiene todo, el que
sólo es conocido por ellos, y cómo fue recibido por todos los que ya están
allí… ¡¡¡Dando gloria al Padre y al Hijo!!!
Este
libro bíblico encierra una gran
espiritualidad, tiene una gran visión del futuro y, analizado desde la realidad
de nuestros días, nos puede ayudar a caminar en el presente. Fue escrito entre
los años 90 y 100, en una época de persecución para los primeros cristianos...
¿Por qué?
Como
después de la muerte y resurrección de Jesús, el Evangelio se extendió mucho, cruzó las
fronteras de Palestina y entró en
los límites del Imperio Romano… ¡¡¡Ahí estuvo el problema!!!
Estuvo
ahí porque en las escuelas del Imperio Romano se enseñaba: [El emperador
es el Señor del mundo.]. Y, al otro lado de la calle, los cristianos
proclamaban… ¡¡¡Jesús es el Señor de
Señores!!!
Ayudado
por la religión, el emperador
controlaba la vida del pueblo, explotaba a los pobres y aumentaba la riqueza de
los poderosos.
Como
Jesús enseñó a los cristianos que todos somos hermanos, éstos defendían
la igualdad y el compartir lo que tenían; condenaban
a los ricos porque explotaban a los trabajadores y no apoyaban el
proceder injusto del Imperio Romano pues el incipiente “CRISTIANISMO” se convirtió, sin pretenderlo, en una amenaza para el
“imperio” y los emperadores… ¿Qué consecuencias se derivaron de esta situación?
Los
emperadores optaron por defender sus privilegios, decidieron combatir ese
naciente peligro del “cristianismo”
y, para conseguirlo, decretaron las “persecuciones”.
Las
consecuencias no se hicieron esperar
pues muchos cristianos abandonaron el Evangelio por miedo y se pasaron al lado
del imperio.
En
este ambiente fue escrito el Apocalipsis
por Juan, lo hizo para las gentes de
las pequeñas “comunidades cristianas”
que estaban diseminadas por el Imperio Romano, sobre todo por Asia Menor.
Lo
escribió porque el pueblo, que estaba cansado de sufrir, ya no tenía el
entusiasmo del comienzo debido a que, además de lo anterior, también aparecían falsos apóstoles, se divulgaban doctrinas equivocadas que los
confundían y, además, los perseguían.
Antes,
y hoy, los débiles y los pobres eran los que continuaban firmes en la fe y en
la lucha. Como Juan sabía que
necesitaban palabras de luz que les dieran aliento y coraje pues por eso lo
escribió para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario