Colaboración de José Martínez Ramírez
Bajo un cielo azul la nube viajaba,
sobre ella ibas tú sonriendo
mientras escuchabas música, cantabas
e ibas y venias en mi sueño.
Te tendí mis manos almibaradas
pero te alejabas hacia el azul del cielo,
y fue entonces cuando te grité
con la sangre densa, hirviendo.
Tú sonreías y me cantabas
todas tus canciones de ensueño,
me tendiste tus manos cansadas
y no te las podía sostener, gimiendo.
Me quede mirando tu risotada,
privada de tristeza, seguí mordiendo
entre tus risas y canciones la nada
e intente coger las estrellas, creyendo…
¡Encontrar las respuestas que tú no me dabas!
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