Colaboración de Paco Pérez
Capítulo I
José Fuentes es un buen
hombre de nuestro pueblo que tiene unas inquietudes poco comunes, coleccionar
vehículos viejos que están en chatarrerías para ser picados por las máquinas o aquellos
otros que, por sus dueños, son considerados como un estorbo en sus cocheras y
no saben cómo quitarse de encima el mochuelo de en medio para tener en ellas
más espacios.
Él piensa sobre estos viejos cacharros todo lo contrario y por ello, como todos los amantes de algo, está siempre indagando en los ambientes adecuados del pueblo o, por mediación de las nuevas tecnologías de la comunicación en los portales especializados. Así es como adquiere estas reliquias que, de no ser por él y otros con la misma inquietud, después de un tiempo ya no serían conocidas por las nuevas generaciones.
Él piensa sobre estos viejos cacharros todo lo contrario y por ello, como todos los amantes de algo, está siempre indagando en los ambientes adecuados del pueblo o, por mediación de las nuevas tecnologías de la comunicación en los portales especializados. Así es como adquiere estas reliquias que, de no ser por él y otros con la misma inquietud, después de un tiempo ya no serían conocidas por las nuevas generaciones.
Como
José ya está jubilado pues el rehabilitarlos se ha convertido para él en una
forma agradable de ocupar su tiempo libre con la mecánica, sin haber trabajado
esa especialidad profesionalmente pues lo suyo fue la electricidad. No es una
labor fácil porque las piezas que necesita no siempre las puede encontrar en el
mercado de inservibles, por este inconveniente tiene un tractor “LANZ” sin poder concluir su
recuperación.
Ahora
les ofrezco una muestra de los modelos que hay en su nave, los tiene protegidos
del deterioro ambiental con una buena capa de polvo y, aunque tiene más, éstos
son los que están más visibles:
1.- MOTOS
Este
modelo comenzó a comercializarse en Villargordo cuando se inició la
construcción de Campillo del Rio,
también es conocido desde entonces como Pueblo
Nuevo, un pueblo de colonización construido por el IRIDA (Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario). Muchos paisanos
iban allí a trabajar todos los días como albañiles y se desplazaban en este
medio de transporte, teniendo que cruzar el río Guadalquivir en barcas.
El
primer tractor que vi en nuestro pueblo, siendo un niño, fue el que compró Juan “El posaero” de
segunda mano, era de la marca URSUS
y su tecnología era de nacionalidad polaca. Tenía unas características tan
especiales que lo hicieron famoso. Su arranque comenzaba dando explosiones
fuertes y aisladas pero después ya se iban repitiendo más unidas y menos
ruidosas. Contaban que sus bombazos de inicio hicieron malparir a más de una
coneja.
El
siguiente tractor que vino fue de la marca “LANZ” de nacionalidad alemana en su inicio y después “John Deere Lanz”, el que pasea José ahora, y lo adquirió el señora Pedro Bermúdez “Diente Jaca”, fallecido recientemente. Nunca vi en Villargordo a un
tractorista que, cuando iba subido en su tractor, se mostrara tan feliz.
Luego
se popularizó el “HANOMAG BARREIROS
R-545” y estas son las fotos de los que tiene José en su despensa:
Un modelo español que irrumpió en el mercado sin tener una potencia excesiva fue “EBRO”, fabricado por Motor Ibérica hasta 1980 y con su inconfundible color azul cielo. Él compró este modelo para trabajar sus propiedades, lo recuerdo subido en él con su inseparable sombrero de paja.
Como
se lo pasa bomba nuestro coleccionista es
paseando su obra maestra por el pueblo y acompañado por sus nietos.
Ayuntamiento
en la noche del día 5 de enero durante la “Cabalgata
de Reyes Magos”.
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