Colaboración de Paco Pérez
Las
gentes de Nerja, sus calles y sus
plazas se han vestido con sus mejores galas del 8 al 12 de octubre para celebrar sus Fiestas Patronales en honor de la Virgen de las Angustias y
San Miguel Arcángel.
Durante
estos días ha habido procesiones, un festival de “Cante Flamenco”, actuaciones
folclóricas, carrozas, verbenas…
El
día 8 se dio el pistoletazo de salida con el “pregón”, realizado por una persona muy querida en Nerja. Después se
inauguró la iluminación del “recinto ferial” y se quemó el
tradicional “castillo de fuegos
artificiales”.
Después,
en la “Caseta Municipal” tuvo lugar
la gala para la elección de la “Reina”
y del “Míster”.
Durante
los días de la fiesta, hubo diana floreada y pasacalles de bandas y charangas para
despertar a los vecinos.
Los
actos programados, para niños y mayores, se celebraron en el “Balcón de
Europa”, la caseta oficial o en el recinto ferial.
El
barrio donde está la parroquia de San Miguel también se engalanó.
El día 10, fue el día grande de las Fiestas y, por la tarde hay misa y después
la procesión para retornar la virgen a la Ermita.
El
día 9 nos dimos una vuelta nocturna para ver la iluminación y el ambiente que
había. Esto fue lo que nos encontramos:
1.-
Caminando por el pueblo:
2.-
En el ferial:
Cuando
vimos esta atracción nos acercamos hasta ella para observar lo que sucedía:
Mientras
mirábamos lo que ocurría en la pista
de “Coches locos” recordamos
nuestros años jóvenes subidos en estos vehículos o mirando a otros conductores.
Esta segunda actividad era muy divertida entonces para los de nuestra
generación porque algunos, por su poca o nula pericia en la conducción,
recibían un montón de golpes de otros conductores igual de malos, también de
los que les chocaban con mala leche para que dieran más vueltas que una peonza o
porque se daban ellos mismos contra los bordes o coches parados. Algunos se
dirán… ¿Eso era gracioso?
Respetados
jóvenes, en aquellos tiempos sí que lo era porque no había televisión, ni
móviles, ni dinero, ni fiestas cada semana de viernes a domingo, ni cubatas, ni
drogas… Por esa razón estas simplezas nos divertían mucho y, aunque ustedes nos
consideren unos simples por no decir otra cosa, cuando nos llegó el momento
fuimos muy responsables. Lo importante es que nos divertíamos con esas
simplezas más que os divertís vosotros ahora con tantas otras cosas y la
muestra de ello es que ésta fue la única atracción en la que nos paramos y
comprobamos que, a pesar de haber pasado de aquellas vivencias unos 55 años,
era donde más jóvenes había y que una oleada se bajaba y otra se subía. La
verdad, nos sentimos durante unos minutos muy felices recordando.
Cuando
descendimos del viaje al recuerdo continuamos con el recorrido por el “ferial”:
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