Colaboración de José Martínez Ramírez
POR EL 75 ANIVERSARIO DE SU MUERTE
Con este pequeño homenaje me uno al que le dedica el Ayuntamiento
de mi pueblo durante esta semana.
Como
no somos, querido Miguel,
contemporáneos,
voy a soñar
con
el viaje en una barca de miel,
cruzando
el Guadalquivir, e inventar
nuestra
ausencia en el cartel
de
la casa de Ignacio Sánchez Mejías.
Tu
eterno viaje al Madrid sin cuartel,
aquel
que te hizo, amigo, temblar
entre
los toros del Cossío aquél
y
el alma de la Maruja mas juglar,
entre
sábanas y versos de hotel
y
sueños de viajes en tranvías.
Aquel
rayo que no cesa, por cruel,
pero
a los corazones hacía luchar
en
aquella guerra de estupidez
sobre
aquellas aguas de un glaciar,
zumos
de hojas verdes de laurel.
Porque
Ramón Sijé sigue con vida.
Fue
testigo la Catedral de mi Jaén
de
tu compañía y de tu bregar,
vientos
del pueblo de aquel burdel
y
los rayos de tu luz más solar.
Nanas
de esa cebolla sin piel
que
a cualquiera, aún, nos hace llorar.
Sánchez
Mazas tuvo algo que ver
pero,
en fin, no quiero pensar…
Lorca,
Lennon, King, tú… Miguel.
Quiero
este mundo humanizar.
Porque
no es posible, sin el pincel
del
pasado, un buen futuro dibujar…
Te
quiero, querido Hernández Miguel.
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