Colaboración de José Martínez Ramírez
PARA MI AMIGO PACO “CHICOTE”, QUE ESTOS VERSOS LO
HAGAN ETERNO.
Volarás
a través de universos
que
no caben en estos versos.
Por
más que quiera, amigo Paco,
tú
que eras el único mancebo
capaz
de ver los colores en el pañuelo
de
las madrugadas del desamparo.
Y
qué más da hoy que mañana,
seguimos
bregando en esta nada.
Pero
no te vayas aún de mi lado,
regresa
para que sigas acurrucado,
de
nuevo, en tu risa de buen torero.
Alguien
te cantará una nana
y
te dará la mejor manzana,
quitándose el sombrero.
Y
no podrá evitar que la persiana
se
cierre, que su sombra de acero
se
siente a tu lado con todo hecho
y
que llegue el desconsuelo,
ahogándonos
en la desgana.
Poco
más que decir…
¡Quisiera
huir contigo
por
los bares de la Castellana,
sin
prisas y sin sentir el reloj
que
toca el sonido de la mañana!
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