Colaboración de Paco Pérez
LO ABANDONARON Y HUYERON
Los
acontecimientos previos a la muerte de Jesús asustaron a quienes estaban
siempre con Él. Cuando ésta sucedió
recibieron un impacto tremendo y salieron huyendo hacia Galilea porque estaban
desolados, ese lamentable comportamiento fue más achacable a la decepción que
habían sufrido y a la incomprensión de los acontecimientos que a la ausencia de
fe.
Unos
días después, cuando Jesús resucitó,
regresaron a Jerusalén porque ese acontecimiento les hizo recuperar la ilusión perdida…
¿Por qué?
Porque
entonces comprendieron la realidad de lo ocurrido, ya no tenían miedo. Volvieron
para reunirse en su nombre y proclamar, a quienes los escucharan, que Él estaba vivo.
Pedro, el que lo
negó, testificaba sin temor que Jesús de Nazaret, el que murió en la cruz, fue resucitado por Dios al tercer día. Después de
resucitar lo vieron, comieron y bebieron con Él; sólo los que eligió como testigos y les pidió que predicaran.
Esa misión la centrarían en: [Cristo ha
muerto y ha resucitado; los profetas ya lo anunciaban; los discípulos son testigos de lo sucedido y
piden a las gentes que cambien de vida, que acepten la fe en Cristo y que se
bauticen.].
Todo
lo que Jesús hizo tuvo verdadero
sentido pero quienes vivieron a su lado los momentos cumbres de sus años de
predicación escucharon sus enseñanzas, presenciaron sus portentos y recibieron
sus buenas obras. A pesar de ello… ¡¡¡Nunca lo comprendieron!!!
Es
difícil de entender pero, por la “resurrección”,
el hombre de todos los tiempos quedó unido a Cristo y después de morir esa unión alcanzaría su plenitud.
El
hombre, mientras vive y espera la llegada de ese momento, tendrá que abandonar
las viejas costumbres que sólo son eso y no religión para convertirse de
corazón, abandonar la vida de pecado anterior y llevar después una vida nueva
que le permita alcanzar su punto culminante cuando la abandone.
Los
discípulos también se vieron favorecidos por la “resurrección” porque les sirvió para que fructificaran en ellos las
enseñanzas recibidas de Jesús
durante los años que le acompañaron. La sensación que recibieron cuando murió fue contraria, por eso no
entendieron la escena del sepulcro vacío. Ellos estuvieron a diario con Él y en el momento cumbre se ven desbordados
por los acontecimientos y, en el caso de Pedro
le fallan. Si esto les ocurrió a los discípulos… ¿Es raro que nosotros todavía no hayamos comprendido su mensaje?
La
“resurrección” de Jesús no hay que entenderla como “un retorno a su vida anterior en la tierra”,
fue algo diferente. No regresó a la vida biológica que tenemos los humanos para
morir un tiempo después de manera irreversible.
Jesús, después de
resucitar fue el mismo pero no el de
antes… ¿Por qué?
Porque
no regresó a esta vida, sino que entró definitivamente en la “Vida” de Dios. Una vida liberada donde la muerte ya no tenía ningún poder
sobre Él.
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