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sábado, 7 de abril de 2018

CONOCER LO QUE JESÚS HIZO Y ENSEÑÓ ES EL COMIENZO


Colaboración de Paco Pérez
DESPUÉS AMARLE
Creer en Dios nos debe llevar a creer en Jesús y así, quienes aman al Padre, también amarán al Hijo. Si somos hijos/as de Dios también seremos hermanos/as de Jesús y deberemos amar a todas las personas, hombres y mujeres. La salvación que buscamos está relacionada con el amor a Jesús. No es fácil para las personas entender esta necesidad pues para amar a los demás debemos estar cargados de fe… ¿La tenemos realmente o creemos que la tenemos?
Se habla de crisis religiosa pero yo me pregunto… ¿Es verdadera esa afirmación o está en el mismo nivel de siempre?
Yo creo que está igual –salvando la distancia temporal y las excepciones personales- porque la hubo, la hay y la habrá. Ésta no se solucionará mientras no demos los pasos que hagan cambiar el modelo actual.

Las personas suelen afirmar, en momentos puntuales, que su comportamiento se debe a que tienen fe en Dios pero… ¿En qué Dios?
La propongo porque a diario nos topamos con muchos dioses y entonces nosotros, ayudados por esa afirmación, seremos quienes debemos decidir cuál es el verdadero y cuáles no.
Antes de Jesús, los hombres se confundían con facilidad a la hora de identificar al Padre porque, guiados por sus miedos o por las ambiciones personales, construían su creencia en cualquier “dios” y, como es lógico, este formato religioso no tenían nada que ver con la realidad de Dios que nos mostró Jesús cuando les regalaba sus ejemplos de vida.
Para conocer mejor el hecho religioso debemos empezar por leer la Biblia… ¿Nos hemos planteado alguna vez hacerlo para fijarnos bien en lo que hizo Jesús y por Él conocer al Padre y lo que desea que hagamos?
Quienes no lo han hecho están perdiendo la oportunidad de aprender que se preocupó de las personas que sufrían, de los que caminaban perdidos, de los pequeños indefensos, de dar acogida a quienes no tenían aposento, de comprender sus problemas, de perdonarles sus errores, de amarlos… Con estas acciones nos enseñó a construir un mundo más humano en el que todos pudiéramos disfrutar de una vida digna y dichosa, sin olvidarnos de los últimos. Lo dijo Jesús: [Una religión que va contra la vida, o es falsa, o ha sido entendida de manera errónea.].
Después de la resurrección de Jesús sus seguidores cambiaron sus comportamientos, experimentaron un proceso de transformación que les hizo no estar escondidos porque, después de su muerte, tenían miedo a dar la cara por Jesús, a divulgar su mensaje y a vivir en comunidad como verdaderos hermanos… ¿Por qué cambiaron?
Porque cuando se les apareció ya comprendieron bien lo ocurrido y entonces sí supieron con certeza quién era Él. Este suceso nos enseña que cuando una persona conoce a Jesús, de verdad, ya lo ama profundamente y entonces lo acepta como es, Hijo del Padre.
Cuando se llega a este convencimiento ya es fácil amar a Dios y cumplir con los mandamientos pues entonces estaremos ayudados por la fe y podremos vencer las dudas que nos acechen sobre Él.
Así quedó establecida la relación entre el amor a Dios y a los hermanos. Cuando la comprendieron los apóstoles ya no tuvieron dudas, dieron testimonio de su resurrección sin miedo y sus seguidores formaron una comunidad muy unida en la que todos se ayudaban, quienes tenían alguna propiedad la vendían y lo que recaudaban se repartía para que nadie pasara necesidades, celebraban el culto y oraban.   
Tomás, con su increencia, nos enseñó la realidad de que los hechos tangibles convencen a las personas y por eso vivimos en un mundo donde creer es complicado… ¿Por qué?
Porque la fe no se compra en el comercio y la ausencia de hechos portentosos dificultan el poseerla a quienes no conocen suficientemente a Jesús. Por esa razón cuando pasan los años la cristiandad ya no está tan convencida del hecho religioso como lo estaban los primeros cristianos después de comprender quién era Jesús… ¿Por qué ocurre?
Porque la sociedad está sumida en una crisis profunda de valores que está deteriorando los pilares fundamentales de la vida: familia, religión, amistad, justicia, responsabilidad
Hoy ya no basta con decir que somos creyentes, tendremos que clarificar nuestra idea de Dios porque podemos creernos que lo somos, no ser verdad y estar agarrados a cualquiera de los dioses que a diario se acercan a tomar café con nosotros: Un vendedor de cupones que nos ofrece la oportunidad de ser millonarios, una cadena de televisión que nos proyecta imágenes escandalosas de las personas sin ningún pudor, un sistema judicial con más sombras que luces cuando aplica las leyes, una corrupción casi masificada que nos incita a seguir el ejemplo… Estos procederes han sido el fruto de esa crisis y, como estamos desnortados, ya no es suficiente con cualquier medida.
Quienes nos sentimos cristianos debemos saber que en estos tiempos no nos basta con creer en cualquier dios, necesitamos descubrir cuál es el verdadero y después ofrecerle los frutos de nuestro correcto actuar. Por eso no podemos vivir encerrados en nuestro interior pues la sociedad necesita conocer nuestra experiencia sobre quién es Jesús.
La FE nos hace abandonar las TINIEBLAS si reconocemos a Jesús como Hijo del Padre y le seguimos. La de Tomás necesitó pruebas tangibles… ¿En qué situación está la nuestra para dar TESTIMONIO?











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