Colaboración de Paco Pérez
RESPONDERLE, O NO, ES DECISIÓN NUESTRA
El
Señor nos conoce interiormente y llama a quienes tienen una disposición
favorable para defender la “verdad”
siempre, tenemos el ejemplo de Moisés.
Él dejó todo lo que los hombres
ambicionan, el poder y la riqueza, le escuchó su propuesta de sacar a su pueblo de Egipto, se dedicó de manera total a
servirle y fue acosado por quienes
liberó, a pesar de hacerlo con acierto, porque ellos no se conformaban con lo
recibido del Señor. Moisés sufría y Él le hizo la promesa de formar un “Consejo de setenta ancianos” para que le ayudaran, deberían ser sabios, justos, honrados y expertos pero no tenían por qué ser
mayores. Esta institución permaneció
operativa en las comunidades cristianas
y ayudaba a quienes las dirigían.
Moisés renunció, en Egipto, a mucho para servir a quienes
sufrían la opresión pero ellos, muy pronto, se olvidaron de las penalidades que
les infligieron, añoraban los alimentos que comieron allí y comenzaron a rechazar los
que el Señor les daba en el desierto.
Hoy,
los ejemplos de Moisés, Eldad y Medad son el camino del seguimiento a la causa de Dios. Éstos últimos, aunque no asistieron
a la celebración con los otros ancianos, también recibieron la fuerza del Espíritu. Los ancianos reunidos en “Consejo” comenzaron a profetizar al recibirlo y lo dejaron
después porque no respondieron igual ante la llamada pues aunque Él les regaló a todos los mismos dones,
como eran libres, sólo Eldad y Medad decidieron ponerlos a trabajar y
los otros ancianos, tal vez, al no comprender lo que Dios les pedía prefirieron dejar descansar a los dones en su interior, Josué tampoco comprendió al principio
la realidad.
Con
el paso de los años la comprensión del
mensaje seguía poco evolucionada y por eso cuestionó Juan la capacidad de otras personas ajenas al grupo para realizar hechos extraordinarios y, además, que
lo hicieran en nombre de Jesús. El ejemplo de la “curación de un endemoniado” reunía esas
características pero Juan, en nombre
de los DOCE, no lo interpretó bien y
lo denunció a Jesús… ¿Por qué?
Porque
no querían que otros los aventajaran y ocuparan los puestos de privilegio a los
que ellos aspiraban.
Él les aclaró esa
realidad hablándoles de las consecuencias, positivas o negativas, que les
vendrían a quienes hicieran cosas favorables o contrarías para el prójimo:
- [“No se lo impidáis,
porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que
no está contra nosotros, está a favor nuestro.
Y, además, el que os
dé de beber un vaso de agua porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa.”].
-
[“Y al
que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le
encajasen en el cuello una piedra de molino y que lo echasen al mar.
Y si tu mano te hace caer, córtatela: más te
vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego
que no se apaga. Y si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo
en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y si tu ojo te hace
caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios que ser echado
con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se
apaga".].
El
verdadero cristiano debe luchar por el objetivo de conseguir una transformación interior que le haga seguir
a Jesús con espíritu libre permitiéndole unir
a todos y no excluir a algunos. Los
apóstoles tuvieron un comportamiento excluyente y no inclusivo.
Santiago nos enseña la
aplicación de la justicia en las
relaciones laborales entre el empleador y
el empleado. Rechaza la aplicación
de comportamientos avasalladores por parte de los empresarios con la intención de acumular riqueza. Ésta realidad, un
tiempo después, será la prueba de su mala gestión porque las voces de protesta
de sus trabajadores se elevarán y llegarán hasta el Padre.
¿Para
qué realizar acciones de esta clase si en unos años abandonaremos la vida y nos
tendremos que presentar ante Él sin
las cosas perecederas que acumulamos
aquí y vacíos de acciones buenas a
favor del necesitado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario