Colaboración de Paco Pérez
PRUEBAS QUE DEBEMOS VENCER
El
Papa Francisco dice que la Cuaresma es: [Un tiempo para
renovar la fe, la esperanza y la caridad.]. Nos anima a CAMBIAR y a CONVERTIRNOS practicando el ayuno, la oración y la limosna.
Durante este tiempo, en la primera lectura, recordaremos
las etapas de la “historia de la salvación” y por ellas comprobaremos que el tema central será la “alianza”
que Dios estableció con su pueblo.
Hoy
se recuerda el pacto que Dios hizo con Noé después del diluvio, en él le prometió que nunca más
sería destruida la vida de quienes habitaran la tierra con otro diluvio y para
ello le dio una señal, cada vez que las nubes o las borrascas descargaran el agua,
después saldría el sol y aparecería el “arco iris”, esa sería la
confirmación de su promesa.
Jesús, después de recibir el Bautismo, se marchó al desierto empujado por el Espíritu Santo para vivir en soledad y prepararse para comenzar su vida pública.
Durante cuarenta días ayunó y, en ese momento de debilidad física,
recibió la visita de Satanás para ser tentado. A pesar del problema mencionado Él, ayudado por los ángeles, resistió y venció al maligno.
Con los acontecimientos que vivió Jesús se nos enseñó
que la muerte de Juan dejó un hueco en la predicación del Reino pero eso no significó que Jesús fuera su continuador. Al retirarse al desierto nos enseñó que en cada
momento de nuestras vidas debemos saber que antes de iniciar un camino nuevo pasaremos
por un periodo de preparación, las tentaciones lo fueron para Él antes de comenzar su labor evangelizadora, y, aunque éstas
intenten apartarnos del nuevo camino, si luchamos para vencerlas saldremos
fortalecidos y vencedores .
Jesús, después de AYUNAR cuarenta días y superar las TENTACIONES, regresó a Galilea y comenzó a evangelizar para hacer visible la llegada del Reino, es decir,
estar cada día al lado de quienes tenían necesidades
y sufrían. Lo que hizo sirvió para que nosotros pudiéramos, con su ejemplo y alguna dosis
de fe, cambiar y dar un nuevo giro a nuestro
comportamiento.
Las
“tentaciones” de nuestros días están
encuadradas en la problemática de este momento histórico. No obstante,
deberemos abrir bien los ojos para saber identificar qué peligros están
presentes en ellas porque:
1.-
Vivimos rodeados de personas que han
perdido el verdadero sentido del servicio
al PRÓJIMO indefenso y necesitado. Lo hacen así porque están preocupados
sólo de medrar para subir peldaños, de trepar en la escala social… Estas tentaciones
las abrazan quienes desean avanzar por ese camino y no por el de Jesús. Los que eligen vivir así aún
siguen persiguiéndolo porque les estorba para alcanzar su objetivo.
2.- Él murió por lo
contrario de lo que hacen ellos, diciendo siempre la VERDAD y denunciando lo incorrecto. Ellos suben
peldaños haciendo lo contrario y, con su ejemplo, despiertan en los demás el
deseo de vivir a costa de lo ajeno aunque para ello tengan que repetir las MENTIRAS miles de veces hasta convertirlas
en falsas VERDADES.
3.-
El RELATIVISMO nos está llevando a
vivir bailando de manera permanente con la TENTACIÓN.
Nos ocurre cuando estamos encantados presenciando los “programas basura”, no los rechazamos y así han conseguido que la
sociedad considere que no es mala la crítica,
la infidelidad, la divulgación de noticias relacionadas
con la intimidad de otras personas...
Hemos
convertido el “primero yo, después yo y
siempre yo” en nuestro faro y por eso tratamos al prójimo tan incorrectamente que lo consideramos un objeto que se
puede comprar y después tirar a la basura.
Por
esta realidad que tenemos me pregunto… ¿En qué estado de degradación
estaba la sociedad para que Dios
decidiera mandarles el DILUVIO y
empezar con Noé y su familia otra vez desde cero? ¿En qué nivel de degradación estamos ahora? ¿Estamos
dispuestos a CONVERTIRNOS y a CAMBIAR el comportamiento o preferimos seguir engañándonos?
Pedro afirmó que Cristo murió sólo una vez, siendo inocente, para salvar a las personas de la muerte que nos ocasiona el pecado, siendo culpables.
La acción que nos regaló no hubo que repetirla más
veces porque el Espíritu Santo, como estaba con Él, lo rescató de la muerte y lo retornó a la vida.
Ese acto generoso de Jesús sirvió para los hombres de todos los tiempos, incluso para aquellos que
no aceptaron las palabras de Noé anunciándoles el diluvio, él y su familia
creyeron y se salvaron.
Cuando tengamos que presentarnos al Padre… ¿Todos los modelos de comportamiento serán tratados
igual?
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