SE PARECE A ELLA

 Colaboración de José Martínez Ramírez

La ceniza de la hoguera
de sus labios dibuja una lejana
y tímida sonrisa, vísperas de ahora.
Las sábanas arrugadas, desechas,
con un latido aún jadeante.
Le acaricia el pelo, duerme
o lo parece, la mira, es la mejor.
¡Palpita tanta vida en ella!
Desnudo mira a través de la ventana,
la gente, el tráfico, el nuevo día,
el placer de saber que está detrás.
Ruidos de la mañana, los pájaros.
La besa, cierra la puerta al salir;
desde el ascensor mira la nieve,
quema esa hoguera helada,
quieta en un horizonte hiriente,
tiene tonos rosados, muy pálidos,
por su belleza, por su inmensidad,
por tan inalcanzable, inabarcable,
si la toca se torna invisible
tal y como hizo ayer,
por eso, se parece a ella.