Colaboración de Paco Pérez
EL TRIDUO
PASCUAL
Hoy
es “Jueves Santo” y en este día la liturgia de la Iglesia
Católica comienza el Triduo Pascual, el periodo durante el cual se conmemora
la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Es la fiesta
más importante del año litúrgico y en ella recordamos los acontecimientos que
ocurrieron durante últimos días de la vida de Jesús.
En este día se recuerda que Él “instituyó la Eucaristía en la Última Cena” y, según la Biblia, fue una reunión con los doce apóstoles para despedirse de ellos antes de morir. Mientras comían les anunció la traición de Judas Iscariote y las negaciones de Pedro; les lavó los pies, con este gesto les simbolizó lo que debían hacer con los demás; instituyó la Eucaristía, según la Iglesia; después se marcharon al huerto de Getsemaní y Él oró mientras ellos se durmieron; se presentaron para detenerlo y Judas lo entregó.
Institución de
la Eucaristía
Se
interpreta que lo hizo cuando Jesús tomó el pan, lo partió y lo
repartió entre los comensales diciendo: [Tomad y
comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros].
A continuación tomó un cáliz lleno de vino y dijo: [Tomad
y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza
nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el
perdón de los pecados]. Y concluyó: [Haced esto en conmemoración mía]. Esta última frase es
interpretada por la Iglesia como la institución del Orden Sacerdotal.
La
Cena del Señor, en Jueves Santo, se consagra a la muerte de Cristo, recordando
que dio su vida para salvar a la humanidad de sus pecados.
Una
vez que acabe en el templo parroquial dicha celebración litúrgica continuarán
los actos procesionales por nuestras calles y en esta noche lo hará la “Cofradía
del Gran Poder, Salud y Esperanza”.
EL NACIMIENTO DE
LAS HERMANDADES Y COFRADÍAS
Comenzó,
según el profesor de Historia Moderna de la Universidad de
Valladolid Javier Burrieza, alrededor del siglo XV, por grupos de laicos,
es decir, personas no religiosas. Estos señores se unieron atraídos por dos
funciones principales: [Apoyarse mutuamente en momentos difíciles (como
enfermedades y muertes) y la de experimentar la Pasión de Cristo (la
Penitencia).].
CONTRARREFORMA Y
SEMANA SANTA
Las
primeras manifestaciones de representaciones de la Pasión y Muerte de Cristo
datan de la segunda mitad del siglo XV y del siglo XVI, viviendo su culminación
en el siglo XVII. Se trata de unas fechas que coinciden en el tiempo con el Concilio
de Trento (1545-1563) y la Contrarreforma, la respuesta que la Iglesia
Católica dio a la Reforma Protestante de Martín Lutero en el Siglo
XVI por la que se tomó la decisión de exteriorizar la fe.
De
este modo, aunque las procesiones de Semana Santa en España ya
existían, a partir de esta fecha “tuvieron un impulso” en todo el
territorio español.
CAMBIOS EN LAS
PROCESIONES
La
principal diferencia entre los pasos de Semana Santa de aquel
entonces y las procesiones de ahora son las autoflagelaciones. En
el siglo XV, las Hermandades entendieron que ésta era la mejor forma de
ponerse en la piel de Cristo durante su Pasión. Fue el Gobierno
de Carlos III (siglo XVIII) el que prohibió estas actuaciones,
pues los ilustrados del momento consideraron que la flagelación pública no
contribuía “a la sincera piedad”, sino que más bien era “un auténtico
exceso”.
IMAGINERÍA
Yo OPINO
No
debemos olvidar nunca que recordar aquellos hechos no es salir a la calle
detrás de una imagen pues en la Biblia está Éxodo 20, 1-21 y ahí
se nos muestran los Mandamientos que Dios entregó a Moisés
en el Sinaí, en ellos se nos dice lo que no debemos hacer y yo me
pregunto confundido… ¿Por qué no se prohíben ya?
Debemos
abandonar las PROCESIONES, ahondar
en la verdad del misterio y centrarnos en seguir el CAMINO que Cristo nos enseñó.
Hoy,
por lo dicho, he considerado necesario mostrarles una parte del texto bíblico mencionado
antes, los versículos que nos hablan de la postura de Dios con las IMÁGENES. Después de leer Éxodo 20, 3-6 que cada persona saque
sus conclusiones:
[3. No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4.
No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos,
ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la
tierra.
5.
No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy
un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la
tercera y cuarta generación de los que me odian,
6.
y tengo misericordia hasta mil generaciones con los que me aman y guardan mis
mandamientos.].
Cuando por nuestras calles pasen las imágenes con Cristo portando la cruz o crucificado deberemos
pensar que llevará, además de las cargas habituales de nuestros errores, las de
los sufrimientos que le están ocasionando los heridos, las muertes y la devastación de los más de VEINTICINCO conflictos
bélicos que están ahora ACTIVOS en países como Ucrania, Etiopía,
Yemen, Myanmar, Siria, Malí, Níger, Burkina Faso, Somalia, Congo y Mozambique,
Afganistán…
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