Colaboración de Paco Pérez
¿QUÉ HACEMOS NOSOTROS?
En
el pasado, cuando las personas enfermaban
se preocupaban porque las ayudas no existían, ocurrió en Israel y en todos los pueblos. Hoy, la medicina intenta ayudar al
enfermo con respuestas sanadoras pero antes de Jesús lo que hacía la
sociedad era aumentarle el problema pues, además del dolor de enfermar, recibían
el impacto de verse rechazados y obligados a vivir alejados de los núcleos
urbanos.
Vino Jesús y todo cambió pues su manera de comportarse con ellos dejó en evidencia a quienes dirigían la religiosidad… ¿Por qué?
Porque enseñaban que la enfermedad era un castigo de
Dios y los
aislaban en unas condiciones inhumanas. Si Moisés
y Aarón establecieron
el aislamiento fue como norma preventiva y para evitar los contagios masivos,
lo que ocurrió en 2020 con el Covid, pero no se concentró a los enfermos en
guetos. Los sacerdotes, con los leprosos, eran los responsables de certificar
la enfermedad, el aislamiento y la posterior recuperación o no de las personas.
Pasaron
los años y, cuando comenzó Jesús a predicar, todo seguía igual. Él decía
y hacía cosas distintas a los demás pero de su comportamiento aún no hemos aprendido
que el Padre actúa de manera
diferente en cada época porque lo hace en función de las necesidades que tenemos.
Durante el Éxodo les prescribió
aquellas medidas y con Jesús ya cambió
aquel formato porque tenía poder para sanar a los enfermos que acudían a pedírselo con FE, el leproso sí lo hizo así y sanó… ¿Lo hacemos nosotros o empleamos otros
caminos?
El
fanatismo religioso no evolucionó y se comportaba como si siguieran caminando junto
a Moisés por el desierto… ¿Por qué?
Porque
no podían negar lo bueno que hacía Jesús
pero sí lo acusaban de tocar a los enfermos y, además, hacerlo en sábado. Ellos
no comprendieron que Él les traía
otro mensaje y por eso siguió tocando
y curando a las personas leprosas, demostrándoles así que estaba junto a ellas
porque las amaba, porque Dios no las
había castigado y porque si Él lo
hacía así era para enseñarles que ayudar
a los débiles estaba por delante de los
preceptos religiosos y de sus prohibiciones.
Debemos
reflexionar sobre las enseñanzas de Jesús
porque así descubriremos qué nos propone que hagamos dentro del modelo de religión que tenemos… ¿Aprobaría lo que hacemos o volvería a
romper las mesas de los cambistas?
No
olvidemos que… ¡Nunca es tarde para
cambiar y mejorar!
Pablo nos enseña que todo
lo que hagamos debe estar orientado a dar gloria a Dios siguiendo el ejemplo de Jesús y para ello nunca realizaremos
actos que nos hagan pecar sino aquellos que sirvan para ayudarnos a lograr la
salvación de todos y no buscar sólo la de nosotros.
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