Colaboración de José Carlos
Corroborando la idea del experimento con los monos, aportado por Ramiro
Aguilera. Para seguir reflexionando sobre: "Aquí
las cosas siempre se han hecho así".
Estando en el servicio militar, recuerdo que cierto
día me nombraron guardia.
A la hora de costumbre nos presentamos en el “Cuerpo de Guardia” los soldados, el sargento y el teniente.
Tras hacer el
cambio de la guardia, los entrantes
sustituimos a los salientes en todos
los puestos. Yo vigilaba que no se sentaran en un banco, éste estaba
en un patio interior.
Como me resultaba extraño el puesto de vigilancia que
me habían asignado y era un recluta,
pregunté a un soldado veterano que
por allí pasaba.
-Oye, veterano…
¿qué es lo que tengo que cuidar en éste puesto que me han dado?
Él me dijo:
-Mira, llevo en éste cuartel catorce meses, he
vigilado el banco
tropecientas veces y todavía no sé lo que hay que
guardar.
Yo pensé que me estaban dando una de tantas novatadas, esas que le daban a los
reclutas, así que estuve todo el servicio con la mosca tras la oreja.
Cuando salí de la guardia, y aún mosqueado porque
creía que se habían reído de mí, seguí indagando el porqué de aquel puesto de
vigilancia.
Por fin, un reenganchado
me contó que, muchos años atrás, habían pintado el susodicho banco de verde y que
entonces le pusieron un centinela para que nadie se sentara y se llevara la
pintura en el pantalón.
De este modo, todos los jefes de guardia le ponían un vigilante al banco sin saber por
qué lo hacían ni lo que tenían que guardar, solamente hacían lo que los anteriores.
Seguramente, si le hubieran preguntado a alguno por
qué lo hacía, tal vez, hubiera respondido: "Aquí
las cosas siempre se han hecho así".
No hay comentarios:
Publicar un comentario