Colaboración de José Martínez Ramírez
Llega
desde el cielo la lluvia,
cae
despacio y acaricia al viento,
pidiendo
perdón se derrumban,
lágrimas
en un claro intento
de
atraer consigo a la Luna,
que
dice… ¡Espera un momento!
Cogidas
de la mano las palabras nunca
jamás,
me alejaré de tu lado,
y
nada más, llanto primero de cuna,
ese
era nuestro único diccionario.
Escondido
en silencio y a oscuras,
en
legítimo derecho al sueño.
Te
abrazo, te amo, pero procura
Hacerme,
amada, un descuento.
Que
soñar y querer sin fisuras
me
suele dejar sin aliento.
Y
me dejo caer desde tus alturas,
volando
hacia mi destierro.
Qué
lejos aquellas travesuras,
nos
hacían reír la mar de contentos.
Qué
cerca la luz que era una,
temblaban
húmedos tus besos.
Y
cogidos de la mano, las palabras nunca
jamás,
me alejaré de tu lado,
y
nada más, llanto primero de cuna,
ese
era nuestro único diccionario.
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