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miércoles, 21 de enero de 2015

PAREADOS AL ZURRO PELAO

Colaboración de José Carlos Castellano
Un día cualquiera y sentados de forma holgazana, viendo los derribos del "Bar Tropezón". Corría el año 2010. Los vecinos curiosos, sentados a la sombra, establecían los siguientes comentarios:

Las mañanas a las sombras,
viendo el polvo por alfombras.
Los derribos del "Tropezón",
a todos nos entretienen un montón,
y cada uno da su opinión:
- ¿Por qué no quitan aquella viga?
- Es la que sostiene y obliga
a derribar la pared primero
para que el camión pase holguero.
- De cuándo en vez viene polvo.
- ¡Aaah!, en el campo más polvo.
- ¿Y aquel rincón es de Él?
- No, aquel rincón de Pancho es.
- Que lo tiren y todo cuadrado.
- ¡Claro! y cuando Juanito, de lado,
se ponga a cagar sentado,
el culo se le queda helado.
- ¿Quién lleva la cuenta de los portes?
- La llevan, los de los transportes.
- ¡Eso es! ¿Y si lo quieren engañar?
- ¿Cómo?, si lo acordaron antes de empezar.
- ¿Vas para abajo? Di al Recreo,
ya que vas de paseo,
que traiga unas cervezas.
- ¡Claro!, no os calentéis las cabezas.
- Lleva razón, a ligar que es la hora.
- ¿Dónde vamos ahora?
- ¿Al desguace?
- ¡Vamos, si es dónde más os place!
Y cambiando todos de lugar,
marcharon hacia el hogar.
Historia fiel y exacta de aquella mañana,
en un día veraniego de equis semana.

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