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lunes, 15 de junio de 2015

CHISTES CHISTOSOS

Colaboración de José Carlos Castellano 

EL ALCALDE SIN COCHERA
En un pequeño pueblo, el alcalde se compró un coche nuevo.
Una tarde, charlando con sus amigos, le comenta uno de ellos:
-Enhorabuena hombre por el coche que te has comprado, que
lo disfrutes.

A lo cual contestó el alcalde:
-Gracias.
Ahora tengo un problema, no encuentro cochera.
Otro amigo toma la palabra y le dice:
-Mételo en el Ayuntamiento.
Y el alcalde le contesta:
- ¡Cómo lo voy a meter en el Ayuntamiento si no entra por la puerta! Y otro contertulio muy serio le espetó. - ¡Cómo no va a entrar en el Ayuntamiento, si ha salido de él! ¡Liiiisto!
EL CONDENADO A LA CÁMARA DE GAS
En un país con pocos recursos económicos condenan a un pre-
so a morir en la cámara de gas. El día señalado para ejecutar
la sentencia lo sacan de la prisión a un cercado a cielo abierto.
Cuando están dentro le dice el verdugo:
-Prepárate para morir en la cámara de gas.
El condenado mira al cielo y contesta:
- ¡Qué cámara de gas ni qué niño muerto, si aquí el gas se
escapa al espacio, so ignorantes! ¡ja, ja, ja, ja!
A lo que le respondió el verdugo:
- ¿Ignorantes, eh?
Espera a que llegue el helicóptero y te suelte todas las bombonas del gas butano… ¡Cipoooote!
LOS GALGOS Y EL TAXIS
Dos galgos salieron a cazar al campo y no les salió presa pero, cuando iban a cruzar una carretera, pasó un taxi a toda velocidad. Los galgos ni cortos ni perezosos se embalaron tras el coche. 
Al cabo del rato los perros, ya cansados, estaban a la altura del taxi y le dice uno al otro: 
- ¡Menuda carrera llevas, qué bien lees!
Ya te dije que el luminoso ponía libre y no liebre… ¡Cipooote!
EL APRENDIZ DE IMAGINERO
Un carpintero corriente y moliente se acerca a un taller de
imaginería a pedir trabajo.
Se acerca al jefe del taller y le dice:
- ¡Buenos días! Necesitan ustedes algún oficial para trabajar.
- Pues sí que necesitamos uno –le contestó el jefe.
- Usted verá, veinte años llevo trabajando de carpintero.
- Bien, vas a hacer una prueba sencilla y si la resuelves,
cuenta con el trabajo.
Le dieron un bloque de madera y le dijeron:
- Saca de éste bloque un San José.

El obrero tomó las herramientas y comenzó a carcomer el
bloque. Cuando lo tenía de fino como un mondadientes se
acercó el jefe y le preguntó:
- ¿Cómo vas a sacar el San José de ese palillo tan fino?
A lo cual contestó el aprendiz:
- No se preocupe usted que como aquí esté el San José,
No tiene escapatoria, tiene que salir.






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