Colaboración de José Martínez Ramírez
Un
niño herido mira absorto,
Suena una canción y siente como
el
pulso se le acelera; su ojo cobra
humedad
pues sabe que pronto,
él
no lo quiere, va a concluir sola
su
canción y ya se siente incómodo.
“Nuevos Nublos”, vuelven a dar sombra.
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