Colaboración de Ramón Albao Carmona
Mil farolas
encendidas,
mil barrotes
fríos de hierro
y mil
estrellas por testigo
en esta jungla
de cemento.
Mil ojos
vigilantes,
mil olivos en
silencio
y mil flores
marchitadas
en esta jungla
de cemento.
Mil penas sin
consuelo,
mil sueños
destrozados
y mil condenas
por los suelos
en esta jungla
de cemento.
Mil promesas
incumplidas,
mil pecados
que contemplo
y mil quejidos
angustiados
en mil
corazones que andan sueltos…
¡En mis noches
de negro y amarillo!
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