domingo, 22 de enero de 2017

SEGUIR A JESÚS SERÁ UNA DECISIÓN PERSONAL

Colaboración de Paco Pérez
Las personas nos vemos influenciadas durante nuestra existencia por una serie de circunstancias que condicionan y marcan nuestro camino en todos los campos de la vida: La familia, con sus formas de ser; el lugar donde nacemos, por sus particularidades; la cultura personal que recibimos de las instituciones; la religión que abrazamos; el clima político que nos rodea…
Jesús, como hombre, no pudo verse libre de esas influencias y ahí tenemos que centrarnos para intentar comprender mejor su forma humana de actuar y la actitud que tomaron hacia Él los que fueron de su época.

Los galileos, Él era considerado como tal porque vivía en Nazaret, estaban mal vistos por las gentes de los otros pueblos de Israel y por esa razón, como sus formas de hablar y de tratar a las personas calaron en ellas profundamente, cuando lo reconocían como “Mesías” y “Profeta” pues los fariseos le mostraban a la gente su incredulidad ante el hecho de que una persona de Galilea pudiera ser el que decían que era.
Este comportamiento nos demuestra que las historias que se adjudican a las personas, en este caso a los galileos, tienen más fuerza que la constatación del comportamiento bueno que les manifestaba Jesús. Para ellos, el sello de la verdad lo tenía la leyenda que le habían adjudicado a los galileos las gentes de los otro lugares… ¿Seguimos practicando esas técnica o hemos cambiado?
Por desgracia no, se divulga una mentira interesada y la elevamos a la categoría de verdad, se hacía en tiempos de Jesús y se sigue haciendo.
¿Por qué pensaban así de aquellas gentes?
Porque los que no eran de Galilea, al ser considerada ésta por los de fuera como una región belicosa contra los romanos y de respirarse allí un ambiente rebelde contra el poder invasor, pues ya daban por bueno que todos los galileos eran iguales...
¡¡¡Una injusticia muy gorda que queda patente en la figura de Jesús, el predicador de la igualdad y la no violencia!!!
Allí, inició la predicación del nuevo pensamiento religioso, la IGUALDAD entre los hombres. En ese lugar comenzó el anuncio de la llegada del Reino de Dios y con esos planteamientos consiguió que la mayor parte de sus gentes se llenaran de esperanza. Desgraciadamente, como no lo entendieron bien, las aspiraciones de liberación de las gentes aumentaron pero Él predicaba otro modelo de liberación, el personal. Con éste la persona aspiraría siempre a ser feliz en las cosas sencillas de la vida, aquellas que no son relevantes para los que sólo buscan la materialidad, y este diferencial de entendimiento es el que llevó, y lleva, a los fariseos a comportarse de manera incomprensible con quienes defienden la verdad.
Por todo esto… ¿Es fácil entender a Dios?
Considero que no y, por esta razón, cuando su pueblo sufrió en determinadas épocas la invasión de otros pueblos más fuertes pues se sintieron abandonados por el Señor pero la realidad era bien distinta pues siempre les echaba una mano para retornar a la normalidad. Hoy, en el texto que se nos presenta de Isaías, queda demostrado: [El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.].
En nuestros tiempos, muchos años después, los hombres seguimos haciéndonos esas mismas preguntas cuando la adversidad nos visita y todo ello porque seguimos sin comprender que a Dios no se le puede entender a simple vista pues la magnitud de su grandeza nos lo impide.
La incomprensión del hecho religioso es lo que más daño nos hace.
Pablo nos habla de las peleas que mantenían entonces en aquellas primitivas comunidades cristianas que se formaron después de Jesús y, parece ser, que a pesar del tiempo transcurrido seguimos adoptando posturas similares a las de entonces, unos seguían a Pedro, otros a Pablo… ¿Es correcto ser cristiano y declararse seguidor de otros hombres?
En nuestros días también se incurre en el mismo error cuando afirmamos que creemos en Dios pero luego afirmamos con energía que no creemos en los curas. Es un error hablar así porque lo importante es hacer lo que Dios nos pide y el cura lo que hace es recordarnos su mensaje e intentar hacernos comprender que los hombres tenemos que desarrollar nuestras acciones religiosas y saber que quienes atienden el culto no deben ser quienes nos empujen en nuestra actuación cristiana, porque entonces haremos más cosas o menos en función de lo bien o lo mal que nos caiga el cura de turno.
Seguir a Jesús debe ser una decisión personal, los apóstoles nos enseñaron el camino cuando lo abandonaron todo, trabajo y familia, para ir tras Él: Abandonaron lo que conocían, la pesca y la familia, para seguir a Jesús, una aventura desconocida para ellos.
Jesús enseñaba en las sinagogas, en ellas les comunicaba el mensaje del Reino y también curaba a los enfermos.
Nosotros tenemos que seguir el ejemplo de acción misionera que nos dejaron, serán acciones personales y divulgadoras.

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