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miércoles, 3 de febrero de 2021

HISTORIAS CONTADAS A LA LUZ DEL CANDIL

                                            Colaboración de Paco Pérez

LA BONDAD DE ANTONIO, SU MADRE Y EL AVIÓN
Capítulo III
Otro día, Antonio tuvo una leve trifulca en “El Paseo” con un conocido cuando éste le dijo una cosa que no le gustó, eso le ocasionó que se sintiera ofendido y, sin dar explicaciones sobre lo que afirmaba su amigo, se marchó. Cuando entró por las puertas de la casa su madre se dio cuenta de que venía con muy mal humor y le dijo: 
Te noto que vienes muy enfadado… ¿Qué te ha pasado?
Cuando él se sintió amparado por su madre, le contó lo ocurrido y, mientras lo hacía, se mostró muy enfadado:
- ¡Me he peleao con José!
- ¿Por qué? –insistió su madre.
Porque dice que soy tonto… ¿Tonto yo?
- ¿Por qué te ha dicho eso? –le preguntó su madre.
Porque dice que le doy de mamar con mi cabra al choto de Canuto”… ¡Tonto será él pero yo no!
Llevaba razón, su bondad no la valoró José entonces ni tampoco se valora ahora debido a que es una virtud que no se practica con frecuencia, aparece con cuentagotas y eso le impidió ver la que tenía el bueno e inocente Antonio.

En otra ocasión, hablando con otros pastores en el campo, les contó algo que le había pasado:
- Iba un día por el camino de Almenara con las cabras, vi a un avión que venía derecho a pillarme y que me miraba mucho.
Enrique, que era muy mayor, le siguió la corriente y le preguntó:
- ¿Te dijo qué hacía por allí?
– No me dijo na pero lo que sí quería era quitarme el macho, entonces yo cogí la honda y le tiré un piedrazo.
- ¿Le diste? – le preguntó Miguel.
- ¡Sííí, claro! –le respondió Antonio.
Miguel sintió curiosidad por conocer cómo había acabado el encuentro y le preguntó de nuevo:
- ¿Y qué hizo el avión cuando le diste con la piedra?
- Se asustó mucho y se fue corriendo… ¡Iba que echaba humo!

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