Páginas

sábado, 14 de mayo de 2022

EL AMOR AL PRÓJIMO…

 Colaboración de Paco Pérez

LO QUE ENSEÑABA JESÚS

En la Última Cena Jesús les anunció que iba a ser entregado a las autoridades y que moriría, ellos no lo entendieron y le preguntaron por el autor de esa traición; les confesó que estaba entre ellos y se sorprendieron; Él conocía al autor, lo perdonó y le ofreció un trozo de pan; esa acción no les aclaró su preocupación; Judas abandonó el Cenáculo y así confirmó las palabras previas de Jesús sobre la traición que iba a recibir y, por último, les anunció que Él y Dios habían sido glorificados con esa acción pues habían sido mostrados en su grandeza y poder, siendo reconocidos como Padre e Hijo.

Después se reafirmo Jesús en el anuncio de su muerte próxima y por eso les dijo que ya le quedaba poco para no estar con ellos pero les aclaró que a donde iba, la muerte en la cruz, ellos no podían acompañarlo. Finalmente les habló de lo que era el amor al prójimo, este mandato quedó ejemplificado cuando les lavó los pies, es decir, les enseñó con esa acción que servir a los demás era regalarles dignidad, libertad e igualdad.

Él quería que el amor que hubiera entre los cristianos fuera visible pues así se podría conocer qué era y cómo practicarlo, realidad que sólo puede ponerse en marcha y permanecer si el amor es el combustible que mueve nuestras acciones. También les enseñó que las comunidades deberían estar sustentadas en las realidades del momento y no en planteamientos utópicos, deberían ser grupos abiertos a todas las personas, experiencias, sugerencias y propuestas para que así, llenos de amor hacia los demás, la evangelización pudiera arraigar en cualquier lugar. Quienes no viven la vida cargados de amor no saben lo que es sacrificarse por los demás pues no se puede ofrecer lo que no se tiene.

Decía Jesús que el amor a los demás tenía que reconocerse en las obras pues cualquier otro criterio no sería eficaz y, menos aún, si sólo está basado en observancias, leyes o cultos… ¿Por qué? Porque las obras que son promovidas por la fuerza del amor son identificadas con facilidad por las personas de cualquier lugar, Él lo hacía y por eso lo seguían.

Unos años después, Juan les habló de algo diferente y desconocido, el lugar de convivencia que Dios tiene preparado para quienes lo aman. En él todo será distinto porque no nos toparemos con las realidades que convivimos a diario y que no deseamos padecer: El dolor, la muerte, el llanto

En su propuesta de futuro para el hombre, introdujo un consejo: Si nos seduce visitar ese lugar lo primero que haremos será cambiar los malos hábitos que tenemos e intentar practicar lo que Jesús realizaba a diario con las personas.

Pablo y Bernabé nos enseñaron el camino de la evangelización contando las experiencias que tuvieron en su primer viaje y lo hicieron enviados por la comunidad de Antioquía para visitar las que ya habían fundado los seguidores de Esteban. A sus miembros les recordaban que debían permanecer firmes en la fe y que el camino del Reino era duro y sufrido. En ellas nombraron presbíteros para que fueran colaboradores -personas ancianas- y con ellos celebraron actos de culto para dar gloria al Señor.

Al regresar les comunicaron las cosas buenas que el Señor había hecho por mediación de ellos, cómo habían sido recibidos por los gentiles y los frutos de su acción misionera.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario