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viernes, 21 de junio de 2024

LOS MILAGROS

 Colaboración de Paco Pérez

LA IMPORTANCIA DE LA FE

En estos momentos de la historia es positivo recordar a Job y después preguntarnos… ¿Es correcto identificarse con él?

No, porque no podemos comprender a Dios desde nuestra pequeñez.

Dios le propone el MAR como ejemplo y nos enseña que creó y reguló lo grande y lo pequeño -nosotros- para que funcionemos bien pero poniendo unos límites que eviten los desbordamientos… ¿Respetamos sus consejos conviviendo, cuidándonos, administrando y gobernando bien lo propio y ajeno…?

Cuando tengamos contratiempos deberemos ser responsables y reconocer que no hemos cerrado bien las compuertas, que hemos ocasionando así el desbordamiento de las fuerzas invisibles de la Naturaleza que Él regula con sabiduría y que nosotros lo hemos hecho con demasiada ligereza.

Los milagros enseñan que Jesús escuchaba y ayudaba a quienes estaban hambrientos, cojos, ciegos… Sus actos reales eran inexplicables pero, como comprobaban que decía y hacía, creyeron en Él y tuvieron fe pues percibían que era alguien especial, es decir, comprendieron que era la fuerza invisible que hacía los milagros.

Ahora debemos comprender, razonando, que como nada ocurre por casualidad pues los buenos o malos actos que hacemos propician que nos sucedan cosas positivas o negativas pues nuestro nivel de fe hace que actuemos cumpliendo o no las leyes que nos dio Dios. Después, cuando nos ocurre algo doloroso, miramos al cielo para pedirle explicaciones o culparlo pero nunca reconocemos que quienes hemos fallado somos nosotros.

Para Dios todo es posible pero hay personas que niegan los milagros y otras que los necesitan para alimentar su creencia, es decir, buscan en ellos la “prueba” que confirme la existencia de Dios, luego no creen en Él porque olvidan que ayuda por amor al débil y no para demostrar su grandeza.

Jesús les habló desde una barca y, al acabar, les propuso ir a Galilea, cuyas habitantes eran paganos. Unos le siguieron y otros no. Los entendidos sugieren que fue una invitación para ir a evangelizar allí. Quienes estaban convencidos y tenían fe en Él lo siguieron. Otros, al tener la fe cogida con alfileres, dudaron y no dieron el paso decisivo porque tuvieron miedo o prefirieron continuar apegados a sus comodidades cotidianas y a las tradiciones que sólo nos piden cumplimientos ocasionales y sin compromiso.

Pablo fue criticado porque no entendían que persiguiera a los cristianos, después cambiara y finalmente predicara a Cristo. Ocurrió cuando conoció al resucitado, la fe le hizo cambiar y fue un ejemplo a seguir porque corrigió con su práctica ejemplar posterior sus errores anteriores.

 

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