Colaboración de Paco Pérez
LA IMPORTANCIA
DE LA FE
En
estos momentos de la historia es positivo recordar a Job y después
preguntarnos… ¿Es correcto identificarse con él?
No,
porque no podemos comprender a Dios desde nuestra pequeñez.
Dios
le propone el MAR como ejemplo y nos enseña que creó y reguló lo grande y lo
pequeño -nosotros- para que funcionemos bien pero poniendo unos límites que
eviten los desbordamientos… ¿Respetamos sus consejos conviviendo, cuidándonos, administrando
y gobernando bien lo propio y ajeno…?
Cuando tengamos contratiempos deberemos ser responsables y reconocer que no hemos cerrado bien las compuertas, que hemos ocasionando así el desbordamiento de las fuerzas invisibles de la Naturaleza que Él regula con sabiduría y que nosotros lo hemos hecho con demasiada ligereza.
Los
milagros enseñan que Jesús escuchaba y ayudaba a quienes estaban hambrientos, cojos,
ciegos… Sus actos reales eran inexplicables pero, como comprobaban que decía y
hacía, creyeron en Él y tuvieron fe pues percibían que era alguien especial, es
decir, comprendieron que era la fuerza invisible que hacía los milagros.
Ahora
debemos comprender, razonando, que como nada ocurre por casualidad pues los buenos
o malos actos que hacemos propician que nos sucedan cosas positivas o negativas
pues nuestro nivel de fe hace que actuemos cumpliendo o no las leyes que nos
dio Dios. Después, cuando nos ocurre algo doloroso, miramos al cielo para
pedirle explicaciones o culparlo pero nunca reconocemos que quienes hemos
fallado somos nosotros.
Para
Dios todo es posible pero hay personas que niegan los milagros y otras que los necesitan
para alimentar su creencia, es decir, buscan en ellos la “prueba” que confirme
la existencia de Dios, luego no creen en Él porque olvidan que ayuda por amor
al débil y no para demostrar su grandeza.
Jesús
les habló desde una barca y, al acabar, les propuso ir a Galilea, cuyas
habitantes eran paganos. Unos le siguieron y otros no. Los entendidos sugieren
que fue una invitación para ir a evangelizar allí. Quienes estaban convencidos
y tenían fe en Él lo siguieron. Otros, al tener la fe cogida con alfileres,
dudaron y no dieron el paso decisivo porque tuvieron miedo o prefirieron
continuar apegados a sus comodidades cotidianas y a las tradiciones que sólo
nos piden cumplimientos ocasionales y sin compromiso.
Pablo
fue criticado porque no entendían que persiguiera a los cristianos, después cambiara
y finalmente predicara a Cristo. Ocurrió cuando conoció al resucitado, la fe le
hizo cambiar y fue un ejemplo a seguir porque corrigió con su práctica ejemplar
posterior sus errores anteriores.
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