Colaboración de Paco Pérez
RESPETAR Y COMPARTIR
Jesús
enseñó lo importante que es cumplir con nuestras obligaciones y hacerlo sin
establecer diferencias entre las personas receptoras por razones de posición
social, sexo, raza, religión… A Él le preocupaba que las personas conocieran al
Padre, que vivieran unidas y que no sufrieran.
Con
el acto del milagro de los panes y los peces nos enseñó la importancia de recibir
el alimento espiritual de la Palabra y el material de los alimentos, sin olvidarnos
de acoger a todos.
Pasaron los años y Pablo les recordó que Jesús se reunió con sus amigos en un acto en el que comieron, bebieron y recibieron consejos para el futuro. Él les sugería seguir reuniéndose para recordar y practicar el espíritu de aquella Última Cena del Señor, compartirlo todo y ayudarse pero no convertir aquellas reuniones en actos bochornosos pues los asistentes llevaban a ellas los comportamientos que a diario practicaban, abuso y desprecio hacia los desfavorecidos y sus problemas.