Colaboración de Paco Pérez
¿LA TRADICIÓN O LA BIBLIA?
DOMINGO 32 C
TEXTOS, para
meditarlos:
1ª LECTURA: EZEQUIEL 47, 1-2.
8-9.12
En aquellos días, el
ángel me hizo volver a la entrada del templo.
Del zaguán del templo
manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por
el lado derecho del templo, al mediodía del altar.
Me sacó por la puerta
septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba
corriendo por el lado derecho. Me dijo:
- Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí esta agua, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
A la vera del río, en sus
dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus
frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que
manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.
SALMO RESPONSORIAL: 45
R. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el
Altísimo consagra su morada.
Dios
es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso
no tememos, aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar. R
El
correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su
morada. Teniendo a Dios en medio no vacila; Dios la socorre al despuntar la
aurora. R.
El
Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: pone fin
a la guerra hasta el extremo del orbe. R
2ª LECTURA: 1 CORINTIOS
3,9-11. 16-17
Hermanos:
Sois edificio de Dios.
Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el
cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede
poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No sabéis que sois
templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye
el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo:
ese templo sois vosotros.
EVANGELIO: JUAN 2,13-25
13. "Estaba cerca la Pascua de los judíos y
Jesús subió a Jerusalén".
14. Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes,
ovejas y palomas y a los cambistas instalados.
15. Y haciendo un azote de cuerdas, a todos los echó
del Templo, lo mismo a las ovejas que a los bueyes, a los cambistas les
desparramó las monedas y les volcó las mesas.
16. Y a los que vendían palomas les dijo: Quitad eso
de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios".
17. Se acordaron sus discípulos de que estaba escrito:
"la pasión por tu casa me consumirá".
18. Respondieron entonces los dirigentes judíos, diciéndole:
¿Qué señal nos presentas para hacer estas cosas?
19-21 Les replicó Jesús:
Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré. Repusieron los dirigentes:
Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tú vas a
levantarlo en tres días?
Pero él se refería al
santuario de su cuerpo.
22. Así, cuando se levantó de la muerte se acordaron
sus discípulos de que había dicho esto y dieron fe a aquel pasaje y al dicho
que había pronunciado Jesús.
REFLEXIÓN:
Dios,
preocupado por los problemas de las personas, nos muestra las transformaciones
que ocurren en nuestro entorno para beneficio de los seres vivos y que el
mérito de esos cambios está en los efectos beneficiosos del agua… ¿Hemos
valorado en alguna ocasión esta realidad para mantenerla o mejorarla?
Es
evidente que no pues realizamos vertidos tóxicos al mar, las corrientes de agua
y al suelo, acciones que dañan su potabilidad y ocasionan enfermedades y la
desaparición de animales y plantas que Él nos regaló para nuestro sustento.
Después
la religiosidad del pueblo siguió el camino que les marcaba la tradición y el
culto estaba regulado con las normas del Templo pero Jesús, con el
comportamiento violento que tuvo con ellos en él, les comunicó que no cumplían
el plan de Dios y que debían cambiar… ¿Por qué no comprendieron lo que hizo?
Porque
el mercadeo que había en el Templo con el culto hacía que muchos vivieran muy
bien, lo rechazaron y le pidieron explicaciones. Él, como prueba de quién era, les
comunicó su muerte y resurrección en tres días.
Hoy,
con otros formatos, el mercadeo también se practica en los templos… ¿Por qué no
se toman medidas correctoras? ¿Tiene que venir Jesús de nuevo con el látigo?
En
nuestras manos no está cambiar lo que no marcha a nivel institucional pero
nuestros comportamientos equivocados sí… ¿Lo hacemos o preferimos seguir
aferrados a las tradiciones porque no nos comprometen a nada?
Para Pablo,
Dios es un arquitecto que hizo muy bien su trabajo cuando diseñó el edificio de
la vida… ¿Por qué?
Porque
nos dio resuelta la parte primera de la edificación, los cimientos, los que
Jesús levantó con su ejemplo para que no nos perdiéramos al continuar el
proyecto, es decir, lo dejó abierto a todos porque así podríamos participar, o
no, en la culminación de él como personas libres. Es evidente que las personas debemos
participar en esa construcción para poder vivir en ella como hermanos pero… ¿Lo
hacemos?
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